El sábado 25 de enero de 2020 culminó el Foro Internacional de Derechos Humanos. Fue transmitido por el Canal TV del Senado. En esta oportunidad las diversas comisiones informaron sobre sus deliberaciones y conclusiones. Todo muy bien. Casi todo, diría yo.
Y ese casi, que no es un simple detalle, estuvo en el informe sobre la primera comisión entregada por Ligia Gallegos Ríos, profesora de historia y geografía de la Universidad de Concepción, dirigente nacional del Colegio de Profesores, militante socialista.
En su intervención, la educadora Gallegos, con toda razón, fustigó enérgicamente el llamado “Acuerdo por la Paz Social y una Nueva Constitución”, firmado el viernes 15 de noviembre de 2019. Pero irresponsablemente, en dos ocasiones, sostuvo que ese pacto había sido “de los partidos políticos”. Al escucharla, una persona no bien informada podrá pensar que todos los partidos chilenos firmaron ese antidemocrático pacto. Y eso no fue así.
Es de suponer que la dirigente del Profesorado chileno, que tuvo tan alta responsabilidad en ese Foro, conoce perfectamente cuáles partidos que se dicen de oposición, entre ellos el suyo, complotaron con la derecha para que el proceso constitucional se diera con los amarres impuestos por la UDI, para que en vez de Asamblea Constituyente haya Convención Constitucional. Lo cual no es lo mismo (por algo la UDI fue intransigente en ello).
Cada partido político debe responder por sus pecados antidemocráticos y no esconderse bajo el paraguas de Fuenteovejuna.
La señora Ligia Gallegos debe saber, suponemos, que hubo partidos y movimientos que mostrando dignidad y visión de futuro no concurrieron a ese pacto infamante. Estos fueron el Partido Comunista, la Federación Regionalista Verde Social, el Partido Progresista, el Partido Humanista, el Partido Ecologista Verde, el Partido Igualdad, Convergencia Social y el Partido Pirata.
¿Por qué la educadora socialista entregó una visión tan falsa de la reciente historia de Chile en un foro latinoamericano?
Al final de su exposición la profesora de historia hizo un justo y apasionado llamado a educar a “nuestra gente” –así lo dijo– a contribuir a terminar con el apoliticismo.
Totalmente de acuerdo, pero ¿no cree la señora Gallegos que con la afirmación que le criticamos, contribuye precisamente a la campaña pinochetista de la derecha de desprestigiar la política?
El viernes 15 de noviembre de 2019 hubo partidos y movimientos políticos que no fueron cómplices de la antidemocracia. Y esto no se puede ocultar.
Un educador, un dirigente, debe ser verídico y justo.
Una nube negra y pequeña no puede ocultar el hermoso y radiante sol que constituyó el Foro de Derechos Humanos. Pero es tarea del presente barrer con todo tipo de nubes. Es parte de la imprescindible lucha ideológica.
Por Iván Ljubetic Vargas. El autor es historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren (CEILER)
Santiago, 28 de enero 2020.
Crónica Digital.