“La desigualdad es la causa estructural del malestar social en la región. Por ello, necesitamos avanzar de la cultura de los privilegios a la cultura de igualdad y la inclusión social”, afirmó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la reunión del Foro Económico Mundial 2020 en Davos, Suiza.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas participó en diversas sesiones del Foro global, en las que abordó el origen y la persistencia de la desigualdad en los países de la región, así como el impacto que, asociada al bajo crecimiento, esta tiene en el desarrollo, la innovación, la inclusión y la productividad. También subrayó la importancia de la inversión pública y privada para potenciar la diversificación productiva, la infraestructura y la integración regional.
“Las protestas en la región tienen un hilo común que es la desigualdad y pueden convertirse en una oportunidad para el cambio social. A partir de las movilizaciones hemos visto cómo algunos gobiernos han accedido a avanzar en mejoras estructurales a bienes públicos esenciales, como salud, educación, pensiones y transporte”, afirmó Alicia Bárcena durante una intervención en la sesión sobre “Cómo convertir la protesta en progreso” (How to Turn Protest into Progress).
Junto a la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL participaron en el panel Craig Francourt, de Global Shaper, Victoria Hub; Micah White, activista y co–creador de Occupy Wall Street, y William F. Browder, Director General de Hermitage Capital Management. La sesión fue moderada por James Harding, co–fundador y editor de Tortoise Media.
Durante su intervención, Bárcena subrayó que existe un desencanto social que se manifiesta principalmente en los más jóvenes de la región, debido a que se generaron expectativas que no han sido cumplidas.
Asimismo, destacó la importancia del respeto por los derechos humanos y el derecho a la protesta, y llamó a construir nuevos pactos sociales con miras a garantizar el bien público.
“Muchos países no contemplan el derecho a la protesta. En las Naciones Unidas defendemos los derechos humanos, la igualdad, la justicia y las voces de los que no tienen voz”, señaló.
La máxima representante de la CEPAL participó también en una sesión titulada “América Latina: Respondiendo a las nuevas expectativas” (Latin America: Responding to New Expectations) donde enfatizó que la gran fábrica de la desigualdad en la región es la enorme heterogeneidad estructural. Por ello, aseveró, es urgente avanzar en la construcción de Estados de Bienestar, basados en derechos y en la igualdad, que otorguen acceso a protección social y a bienes públicos de calidad, como salud y educación, vivienda y transporte.
Alicia Bárcena advirtió sobre el crecimiento de los estratos de ingresos medios en la región, que continúan experimentando diversas carencias y vulnerabilidades, tanto en relación con sus ingresos como en el ejercicio de sus derechos.
“El 76,8% de la población de la región pertenece a los estratos de ingresos bajo y medio–bajo, que vive con un ingreso inferior a tres líneas de pobreza”, alertó.
Precisó que a 2017, más de la mitad de la población adulta (52%) de los estratos medios no había completado 12 años de escolaridad, mientras que el 36,6% tenía ocupaciones con un alto riesgo de informalidad y precariedad. Además, el 44,7% de las personas económicamente activas de los estratos medios no están afiliados o no cotizan en un sistema de pensiones.
“Es urgente avanzar hacia una cultura de la igualdad en la región a través de políticas universales de inclusión social y laboral que contribuyan a aumentar las capacidades humanas, la productividad y el crecimiento económico, a la vez que instalan una cultura de derechos y de ciudadanía social”, concluyó.
Santiago, 28 de enero 2020.
Crónica Digital.