A 100 días de iniciarse el masivo movimiento de protestas en Chile contra el gobierno de Sebastián Piñera, miles de personas se congregaron nuevamente en Santiago, a pesar de la represión policial.
La Plaza Baquedano, bautizada por los manifestantes como plaza de la Dignidad, acogió como cada viernes a una multitud para reclamar mejores pensiones para los adultos mayores, salarios y empleos dignos, educación y salud públicas de calidad y una nueva constitución, entre otras demandas.
Significativa en esta jornada de protesta fue la presencia en la plaza de delegados que participan en el Primer Foro Latinoamericano de Derechos Humanos, que se celebra aquí, y que tiene entre sus objetivos comprobar sobre el terreno las violaciones que se comenten en este país.
Entre los asistentes se encontraba el reconocido jurista español Baltasar Garzón, quien acudió para conocer de primera mano los efectos de la represión policial justo en la denominada ‘primera línea’.
Los cientos de jóvenes que integran la ‘primera línea’ considerados por los medios y el gobierno como violentistas, son en cambio repetados por gran parte de la población por exponerse a diario a los balines, bombas lacrimónegas y chorros de agua para -como ellos aseguran- resguardar a quienes se manifiestan pacíficamente.
En esta jornada estaban convocadas sendas marchas, una desde el metro Salvador, encabezada por organizaciones del sector del arte y la cultura, que avanzó hacia la plaza por la avenida Providencia, mientras otra lo hizo por la Alameda Bernardo O´Higgins.
Esta última fue convocada por la organización No más AFP, que exige la liquidación de las denominadas aseguradoras de fondos previsionales y su sustitución por un sistema de pensiones verdaderamente solidario que asegure jubilaciones dignas a los adultos mayores.
Ambas arterias fueron cerradas al tránsito de vehículos en buena parte de su trayecto, así como algunas estaciones del metro.
En la explanada, los asistentes a la concentración entonaron una consigna cada vez más recurrente: ‘Piñera, asesino igual que Pinochet’, puesta de moda en las últimas semanas por coros multitudinarios en los estadios por los hinchas asistentes a los partidos de la recién concluida Copa Chile de futbol.
Tampoco faltaron en la plaza numerosos carteles reclamando la renuncia del presidente Sebastián Piñera, quien mantiene los niveles de aprobación popular más bajos entre todos los mandatarios que han pasado por el palacio de La Moneda desde 1990.
Aunque las protestas se desarrollaron de forma pacífica alrededor del monumento a Manuel Baquedano cubierto por banderas de Chile, se registraron fuertes enfrentamientos en varios puntos, especialmente en la Alameda, donde fuerzas especiales de carabineros cargaron contra los manifestantes empleando los blindados lanza agua y lanza gases.
Santiago de Chile, 25 de enero 2020
Crónica Digital /PL