De acuerdo con Le Maire, hay notables avances sociales en el proyecto presentado la víspera por el primer ministro Edouard Philippe, una iniciativa que amplios sectores consideran negativa para el bolsillo de los retirados.
A partir de 2022 la pensión mínima será de mil euros, un logro grande, igual que las ventajas para los que hoy trabajan por etapas, precisó.
Según el ministro, el proyecto gubernamental mantiene el principio francés de la solidaridad, traducido en que los que trabajan cotizan por los que no lo hacen.
Respecto a la edad de equilibrio propuesta, los 64 años (la edad oficial de jubilación sigue en 62, pero quienes laboren hasta los 64 tendrían bonos y cobrarían todos los beneficios), opinó que es lógico pedirle a las personas más tiempo de trabajo, considerando la mayor esperanza de vida y el hecho de que suelen entrar más tarde al ámbito laboral, a partir de los estudios.
Sindicatos y organizaciones políticas rechazan esta edad de referencia, porque en la práctica ‘debe trabajarse más por menos retiro’.
Le Maire reiteró la importancia de avanzar hacia el equilibrio financiero y la disposición del gobierno a escuchar a los actores sociales.
Dejemos la lógica de conflicto y apostemos por el diálogo, subrayó.
Francia vive este jueves su octava jornada del paro convocado por la mayoría de los sindicatos, que exigen la anulación de la reforma, argumentando que el sistema por puntos, el cual implica la desaparición de los regímenes especiales, ya ha fracasado en otros países de Europa desde la óptica de los pensionados.
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París, 12 de diciembre 2019
Crónica Digital/PL