Pero quienes exceden esa edad fueron arrestados y enfrentarán cargos criminales.
Lam también informó sobre sus coordinaciones con las fuerzas del orden para solucionar de manera humanitaria y pacífica la situación, pues todavía queda un estimado de 100 personas dentro de la universidad.
No obstante, advirtió que todo dependerá de cómo evolucionen los hechos, pues variaron desde el sábado, hubo momentos sin precedentes de alta tensión y con riesgo para la vida.
La Universidad Politécnica fue ocupada ese día y desde entonces convertida en zona de guerra donde grupos extremistas sostuvieron los choques más violentos con la policía, que dejaron un centenar de heridos de ambos bandos.
A las autoridades les preocupa el robo de químicos altamente tóxicos del centro pues, si se emplean como armas, pueden causar lesiones fatales a quienes ataquen.
Los manifestantes incendiaron un puente que conecta la institución académica con una estación de metro, circularon mensajes en las redes sociales de enfrentamientos a muerte y prepararon bombas con gas cloro, indicó el diario Global Times.
Sus actos escalaron a un punto tal peligroso que los uniformados usaron, por primera vez, vehículos con equipos sónicos de largo alcance, aparte de gases lacrimógenos, cañones de agua y disparos al aire.
Las fuerzas del orden cercaron las afueras de la casa de altos estudios y exhortaron a los radicales a entregarse, pero anoche muchos de ellos huyeron en motocicletas tras descender a las calles por cuerdas.
Beijing, 19 noviembre 2019
Crónica Digital /PL