Desde este martes, y como ocurre ya con más de 200 entidades y subentidades, los estadounidenses tiene prohibido hacer transacciones financieras directas con el Gran Hotel Bristol Kempinski, ubicado en La Habana; y Grand Aston Varadero Resort, localizado en el famoso balneario de Varadero, Matanzas.
También quedan vetados para los viajeros norteamericanos el Grand Aston Cayo Las Brujas Beach Resort y Spa, el Gran Muthu Imperial Hotel y el Gran Muthu Rainbow Hotel, los tres localizados en el archipiélago Jardines del Rey.
Esta es la quinta ocasión en que el ejecutivo estadounidense actualiza la lista para incluir nuevos nombres, pues anteriormente ya lo hizo en noviembre de 2018, y en marzo, abril y julio de 2019.
Cuba ha calificado de arbitrario ese listado, integrado por una diversidad de estructuras supuestamente vinculadas al sector de la defensa y la seguridad nacional.
En él se incluyen desde los ministerios de las Fuerzas Armadas y del Interior, y la Policía Nacional Revolucionaria, hasta empresas, sociedades anónimas, la Zona Especial de Desarrollo Mariel, y las Terminales de Contenedores de Mariel y La Habana, además de una gran cantidad de hoteles.
La relación forma parte de las muchas medidas adoptadas por el gobierno de Trump a raíz de la decisión del republicano de revertir el proceso de acercamiento que iniciaron los dos países durante el ejecutivo de su predecesor, Barack Obama (2009-2017).
El anuncio de Pompeo de que se ampliaría la lista se dio a conocer un día antes del 16 de noviembre, cuando Cuba celebró el 500 aniversario de la fundación de su capital, La Habana, una efeméride en torno a la cual se realizaron importantes actividades a nivel nacional e internacional.
De acuerdo con un comunicado del secretario de Estado, la fecha escogida para la nueva arremetida contra la isla estuvo relacionada precisamente con tal conmemoración. Mediante su declaración, Pompeo acusó a las autoridades del territorio vecino de fallas en su gestión económica y de presuntas violaciones de los derechos humanos, al tiempo que volvió a mencionar la solidaridad de Cuba con Venezuela y el gobierno constitucional de Nicolás Maduro.
Ese texto nuevamente omitió los graves daños económicos que provoca a Cuba el bloqueo impuesto por Washington hace casi 60 años, una política condenada una vez más este mes en la ONU por la abrumadora mayoría de la comunidad internacional y considerada la principal violación de los derechos humanos de los cubanos.
Washington, 19 noviembre 2019
Crónica Digital /PL