Suspicacias y críticas despiertan la designación por el Presidente Sebastián Piñera de algunos ex ministros como embajadores en el extranjero tras un reciente cambio en su gabinete.
Los casos más connotados son los del canciller Roberto Ampuero, y el ofrecimiento de Piñera al ex titular de Economía José Ramón Valente para ocupar el puesto de embajador ante la OCDE.
El tema ha ganado en actualidad tras la trasmisión de un reportaje por el noticiero del canal Chile Visión, que criticó los elevados sueldos que reciben los embajadores, los cuales fluctúan entre 11 y 14 millones de pesos chilenos (entre 16 mil y 20 mil dólares).
Ese monto supera incluso a los ya considerados altos salarios de los senadores y los diputados.
El reportaje advierte que los puestos de embajadores son nombrados por el presidente y funcionarios y especialistas consultados señalan que constituye una especie de “premio de consuelo” o una vía para compensar a los amigos del Mandatario.
Ese fue el caso, al parecer, del ex canciller Roberto Ampuero, quien fue designado por Piñera en la Embajada de Madrid.
Asimismo el reportaje recordó que el embajador en Portugal, Pedro Pablo Díaz, es cercano amigo de Piñera y además, padre de la jefa de gabinete del mandatario, Magdalena Díaz.
Funcionarios consultados por Chile Visión criticaron además que algunos de esos embajadores incluso no tienen un vasto conocimiento ni hablan el idioma del país donde son ubicados, por lo cual su gestión diplomática resulta muy limitada, además de que tales designaciones tronchan las posibilidades de funcionarios de carrera.
Consideran además que aunque su designación es una atribución del Presidente de la República, su aprobación debiera ser analizada por el Congreso.
Santiago, 24 de junio 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.