El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, agradeció al reverendo evangélico bautista estadounidense Jesse Jackson por su apoyo a la paz y en defensa de la soberanía de la otrora embajada del país sudamericano en Estados Unidos.
En una carta enviado al líder religioso, el mandatario reconoció su apoyo a los activistas encargados del resguardo del edificio, incluso para el traslado de comida durante el asedio a la embajada.
“Creo, como usted lo ha expresado, que la gente de bien de Estados Unidos puede hacer una gran contribución a la humanidad, frenando esta irracional escalada guerrerista con que la Administración Trump amenaza no solo a Venezuela sino a todo el planeta”, reza parte del texto citado.
Por su parte, el Canciller venezolano, Jorge Arreaza extendió su agradecimiento a Jackson por defender la paz y el derecho internacional frente a la antigua embajada.
El reverendo había informado que se uniría a los ministros dirigidos por el reverendo Grainger Browning, activistas por la paz y al grupo Codepink para desalentar la amenaza de invasión y ocupación de Venezuela.
“Deberíamos haber aprendido de la invasión y ocupación de Irak, Libia y Siria. Es demasiado y no debe ser respaldado”, afirmó en los días del asedio, cuando seguidores del autoproclamado presidente Juan Guaidó junto a autoridades estadounidense cortaron el agua y electricidad al edificio.
“Su ejemplo de lucha en pos de los derechos civiles significa una alta contribución al derecho de autodeterminación de unión y armonía entre los pueblos del mundo”, resaltó al respecto Maduro.
Jesse Jackson es pastor bautista en los Estados Unidos. Fue candidato a las primarias presidenciales del Partido Demócrata en 1984 y 1988 y ejerció como “shadow senator” para el Distrito de Columbia desde 1991 a 1997.
Su carrera de servicio público se inició cuando se incorporó al movimiento de derechos civiles: en 1965 se fue a Alabama para marchar junto al pastor Martin Luther King y se convirtió en un trabajador de la Conferencia de Liderazgo Cristiano Sureña (SCLC). Cuando King fue asesinado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee, el día posterior a su famoso discurso de “he estado en lo alto de la montaña”, Jackson se encontraba un piso más abajo.
En 1979 visitó Sudáfrica, donde habló en contra del apartheid, y más tarde viajó a Oriente Medio y participó en una campaña para dar al pueblo palestino su propio estado. Jackson ganó elogios por negociar la liberación de soldados de Estados Unidos y civiles en todo el mundo, incluso en Siria (1984), Irak (1990) y Yugoslavia (1999).
Hoy es reconocido como una figura ética en los Estados Unidos.
Con información de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
Caracas, 25 de mayo 2019
Crónica Digital.