Por Rafael Calcines Armas
Con la celebración del Día Internacional de los Trabajadores a mediados de la semana que finaliza, los temas sobre la situación laboral de millones de personas en Chile centraron la atención durante los últimos siete días.
El Primero de Mayo, miles de chilenos se tomaron las calles en por lo menos 24 ciudades del país, convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) bajo la consigna “Somos la fuerza que mueve Chile“, en un ambiente festivo para reclamar empleos dignos y seguros.
Precisamente, en el acto central en esta capital, la crisis del empleo y la precariedad laboral fueron señaladas por Bárbara Figueroa, secretaria general de la CUT, como el centro del debate nacional en este momento, ante índices de desempleo que no bajan y salarios que resultan insuficientes a la mayoría para cubrir el alto costo de la vida.
La dirigenta sindical acusó al ministro del Trabajo, Nicolás Mockemberg, de falsear las cifras de desempleo en el país, y haciendo referencia a una de las frases de campaña electoral del presidente Sebastián Piñera, aseguró que “los tiempos mejores” no han llegado y que el gobierno le ha incumplido al pueblo chileno.
Figueroa puntualizó al respecto que las buenas políticas solo se logran sobre la base de promesas que se puedan cumplir.
En contraste con las festividades de la CUT, en otra parte de la urbe una marcha convocada por la “alternativa” Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras (CCTT) se cerró con serios disturbios cuando encapuchados, ajenos a los manifestantes, incendiaron mobiliario público y se enfrentaron con fuerzas antimotines de carabineros.
Como resultado de los enfrentamientos las autoridades reportaron la detención de 31 personas, varias de ellas menores de edad, y 26 heridos.
En tanto, el presidente Sebastián Piñera celebró a su manera el Día Internacional de los Trabajadores, con una visita a un hospital capitalino donde realizó un llamado a avanzar en proyectos sobre modernización de la capacitación profesional, el trabajo a distancia y equidad laboral.
Asimismo insistió en que en los últimos 12 meses se crearon 164 mil puestos de trabajo estables.
Esas cifras contrastan con las críticas de las organizaciones sindicales a la falta de empleos dignos y a la precariedad laboral, e incluso con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas, según el cual el desempleo alcanza 6,9 por ciento y el gobierno no ha podido reducirlo, tal como prometió el mandatario en su campaña electoral.
Pero todo indica que los temas laborales y salariales continuarán en la palestra, pues el 2 de mayo Piñera presentó un publicitado proyecto de “modernización laboral”, cuyo gancho es la posibilidad de que empleados y empresarios puedan pactar solo cuatro días de trabajo a la semana.
Eso sí, el proyecto no prevé una reducción de las horas de trabajo, sino una redistribución de estas para que las personas, afirma el gobierno, puedan disponer mejor de su tiempo.
La propuesta no deja de tener atractivo para muchos, pero sale a la luz en momentos en que otra iniciativa, presentada por el Partido Comunista, plantea una reducción de la carga laboral de 45 a 40 horas semanales, atendiendo al aumento efectivo de la productividad.
Asimismo algunos especialistas señalan que en la “letra pequeña” del texto presentado por Piñera hay detalles que refuerzan la precariedad laboral, todo lo cual indica que el proyecto, que pasará ahora a trámite legislativo, será un tema más de confrontación entre gobierno y oposición en las semanas y meses venideros.
Santiago de Chile, 4 de mayo 2019
Crónica Digital /PL