Con un posicionamiento tradicionalmente incómodo para las élites políticas y económicas, la coalición de izquierda Unidas Podemos buscará en las elecciones generales del 28 de abril revertir los malos augurios que le otorgan las encuestas.
Según el reciente sondeo del estatal Centro Investigaciones Sociológicas (CIS), Unidas Podemos obtendría en los venideros comicios 12,3 por ciento de votos, muy por debajo del 21,1 por ciento que conquistó en la contienda de 2016.
Surgida tras las generales de diciembre de 2015, cuando Podemos e IU pactaron entonces ir juntos a la repetición de esos comicios (junio de 2016), la coalición perdería su condición de tercera fuerza política nacional si finalmente se cumplen esos vaticinios.
Con las encuestas en su contra, la principal aspiración de esta asociación que lleva a Pablo Iglesias como candidato a la presidencia del Gobierno, es que la izquierda se mantenga en la cresta de la política española.
Para conseguirlo intentará atraer al 40 por ciento de indecisos mencionado por el CIS, con el fin de seguir siendo determinante en la conformación de un futuro ejecutivo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al que todas las pesquisas dan como favorito.
Sin embargo, la debilidad de Unidas Podemos lo ha convertido en un socio menos atractivo para el PSOE de Sánchez, pues a la luz de un hipotético descalabro en las urnas, su respaldo no le bastaría para formar un nuevo gobierno, opinan analistas.
Hasta ahora, el líder socialdemócrata descartó referirse a eventuales alianzas, precisamente porque la viabilidad de las mismas dependerá de cómo se comporte la coalición de Iglesias y del veto que le impuso el partido liberal Ciudadanos, que, de acuerdo con el CIS, se convertiría en tercera fuerza parlamentaria.
IGLESIAS RETOMA EL MENSAJE CONTRA LOS PODEROSOS
El secretario general de Podemos definió al sistema político español como una democracia limitada en la que, denunció, la autoridad descansa sobre una veintena de familias en detrimento de su parlamento.
Iglesias se pronunció en esos términos durante una multitudinaria concentración realizada el 23 de marzo en Madrid, que marcó su regreso a la primera línea después de tres meses de permiso de paternidad.
Desde la emblemática plaza Juan Goytisolo, donde la llamada formación morada celebró su irrupción en la política en las elecciones europeas de 2014 -primeras en las que obtuvo representación-, el dirigente lanzó un duro discurso contra quienes ‘mandan más que los diputados’.
‘Nos han dicho que la soberanía reside en el Parlamento, que las diputadas tienen el poder, que todos vosotros votáis a los que toman las decisiones. No es verdad’, arremetió el líder de la agrupación antiausteridad, nacida hace apenas cinco años.
A su juicio, la cámara legislativa no tiene la supremacía que debería tener en democracia.
‘Hay 20 familias en este país que tienen más poder que cualquier diputado’, insistió Iglesias, luego de citar los apellidos de varias de ellas.
Además, tachó a ‘las multinacionales, los bancos, los fondos buitre y los dueños de los medios de comunicación’ como los principales aglutinadores de esa hegemonía política que ‘hacen que la democracia sea limitada en España’.
Son los que toman las decisiones, a pesar de que nadie les votó, remarcó el dirigente, quien reivindicó a Unidas Podemos como la única opción ‘contra los que mandan de verdad’.
En otro tramo de su alocución, hizo un ejercicio de autocrítica muy contundente consigo mismo y con su organización, aunque aclaró que nunca se equivocaron de bando.
‘No hemos sido capaces de cambiar las reglas de juego del enemigo. Nos hemos callado muchas cosas. Hemos apoyado medidas que podían aliviar, pero no solucionaban los problemas. No vinimos a poner parches’, admitió.
‘Hemos dado vergüenza ajena con nuestras peleas internas, por los sillones, por los cargos y la visibilidad. Hemos actuado como un partido más’, lamentó ante una marea de fieles.
Perseverante, y a la vez condescendiente, el joven exprofesor universitario mantuvo todo el tiempo la mano tendida a Sánchez para conformar un ejecutivo progresista con Unidas Podemos, única fórmula que evitaría un posible pacto con el liberal Ciudadanos.
Sin Unidas Podemos tirando hacia la izquierda, el PSOE no habría subido el salario mínimo, ni revalorizado las pensiones, ni ampliado el permiso de paternidad, aseguran en la formación morada, que se considera heredera del movimiento 15M o de los Indignados.
Pablo Iglesias Turrión (Madrid, 1978) se dio a conocer en 2013 como comentarista político en programas de televisión.
Un escenario en el que desplegó un discurso reivindicativo que conectó con el malestar social generado por la crisis económica y los drásticos recortes sociales emprendidos por la entonces administración conservadora de Mariano Rajoy.
Su madre, una abogada laboralista, la primera de su familia que llegó a la universidad, militó en la clandestinidad en el Partido Comunista de España, al igual que su padre.
También él, militante comunista en su juventud, se licenció en Derecho y en Ciencia Política con premio extraordinario por la Universidad Complutense de Madrid, donde luego impartió clases tras doctorarse con una tesis sobre desobediencia civil.
Iglesias es el actor principal de lo que José Ignacio de Torreblanca -politólogo y autor de Asaltar los cielos: Podemos o la política después de la crisis (Debate)- considera el fenómeno más relevante acaecido en la política española en los últimos 30 años.
Además de sus incursiones televisivas, colaboró como articulista en diarios como Público, Kaosenlared, Diagonal y Rebelión.
Es una persona muy entrenada en los medios, que los entiende perfectamente y eso es fundamental. Él dice que la televisión es a la política lo que la pólvora a la guerra. Es un instrumento y él lo controla muy bien, subrayó en una ocasión Torreblanca.
*Corresponsal de Prensa Latina en España.
Madrid, 17 de abril 2019
Crónica Digital /PL