En una extensa declaración de 17 puntos, el Grupo de Lima reiteró sus propósitos injerencistas contra el gobierno de Venezuela y propuso a otras naciones e instituciones sumarse a su empeño por derrocar a las autoridades de esa nación.
Al término de la XII reunión de cancilleres de ese ente, celebrada en esta capital, fue dada a conocer la declaración firmada por los representantes de los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú y de la proscrita Asamblea Nacional de Venezuela.
El texto, con retórica beligerante, pretende responsabilizar de la actual situación interna de Venezuela al gobierno de esa nación, al que califica como “una amenaza a la paz y la seguridad internacionales, con efectos regionales y globales”.
Asimismo, llama a la comunidad internacional a adoptar sanciones contra el gobierno de Maduro, e incluso a poner a disposición del gobierno -inexistente- del autodenominado presidente encargado Juan Guaidó, los bienes pertenecientes al pueblo venezolano en el extranjero.
Esta petición, que viola directamente la soberanía venezolana y leyes internacionales, se contradice con otro de los puntos en el cual los firmantes dicen apoyar “un proceso pacífico de recuperación” de la democracia y del Estado de derecho en la República Bolivariana de Venezuela, conducido por los propios venezolanos en el marco de la Constitución y el Derecho Internacional.
Y como para no quedar en demasiada evidencia, la declaración leída por el canciller chileno, Roberto Ampuero, asevera rechazar cualquier amenaza o acción que implique una intervención militar en Venezuela.
En sus intentos por buscar apoyos más amplios a sus posiciones, el Grupo de Lima también llamó las organizaciones internacionales a avanzar en el reconocimiento de los representantes designados por la Asamblea Nacional como los representantes de la República Bolivariana de Venezuela ante dichas agrupaciones.
Los firmantes llegan incluso a exhortar a la comunidad internacional “a favorecer el proceso de transición y el restablecimiento de la democracia en Venezuela”, mientras califican de impacto negativo el apoyo al gobierno de Venezuela por parte de Rusia, China, Cuba y Turquía, naciones que denuncian reiteradamente la política agresiva contra Caracas.
Como parte de las acciones injerencistas, el Grupo acordó convocar en la capital de Perú a una Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela con la participación de todos los gobiernos sumados a las presiones contra la nación bolivariana.
Aunque la declaración no da mayores detalles, consideró “fructífera” la participación de un representante de Ecuador en esta reunión, mientras anunció en fecha no determinada la realización de una próxima reunión de cancilleres del Grupo de Lima en Guatemala.
Santiago de Chile, 17 de abril 2019
Crónica Digital /PL