En las cárceles de Chile uno de cada dos reclusos hombres no cuenta con una cama para dormir, mientras que entre las mujeres la tercera parte se encuentra en igual situación, reveló un informe.
El Estudio de las Condiciones Carcelarias en Chile (2016-2017) elaborado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos, fue conformado tras un recorrido por los 40 centros de reclusión estatales, donde se encuentran alrededor de 50 mil presos, y no incluyó a otros 44 recintos administrados por entidades privadas.
Según los datos recogidos por el diario La Tercera, la falta de camas es consecuencia del nivel de hacinamiento, pues de las instalaciones carcelarias visitadas 22 están por encima de su capacidad.
Con respecto a la atención de salud, como promedio hay un médico por 49 reclusos pero con drásticas variaciones entre una prisión y otra, y al respecto señala que en la prisión Los Andes labora un facultativo por cada 187 internos, lo que contrasta con el servicio que se brinda en Punta Peuco.
Esta última es la prisión “especial” donde cumplen condenas los comisores de crímenes durante la dictadura de Augusto Pinochet, cuyos privilegios y amplias comodidades han sido denunciados reiteradamente por organizaciones sociales y partidos de oposición que han reclamado infructuosamente que sea cerrada.
Según el informe, en Punta Peuco hay un médico por cada 12 reos, mientras que la cárcel de Combarbalá, de la región de Coquimbo, no dispone de instalaciones de enfermería y recibe la visita de un paramédico una vez a la semana o cada quince días.
En cuanto a las condiciones habitacionales, 24 de los 40 centros no tienen acceso a baño ni agua potable las 24 horas, y presentan falta de limpieza, humedad, hongos, filtraciones y escasez de ventilación, mientras que solo dos poseen calefacción.
Igualmente en diez establecimientos se detectó la existencia de plagas que van desde ratones hasta chinches y la vinchuca o chinche negra, causante de la enfermedad conocida como mal de Chagas.
Al analizar la situación de las prisiones, Joe González, secretario nacional de la Asociación de Suboficiales y Gendarmes, consideró que las carencias del sistema penitenciario no han sido abordadas con la urgencia requerida.
Puntualizó que el Estado debe hacerse cargo del problema tanto en relación con la población penal, como en la atención al personal de Gendarmería, con la aplicación de medidas concretas para paliar una crisis que debería preocupar a todos.
Imagen: INDH.
Santiago de Chile, 8 de abril 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.