Estados Unidos y sus aliados occidentales obstaculizaron la aprobación en el Consejo de Seguridad de ONU de un proyecto de resolución que abogaba por un diálogo en Venezuela y pedía respeto a la soberanía.
El documento presentado por Rusia, que no fue aprobado, enfatiza en una solución negociada en el marco del Mecanismo de Montevideo, respaldado por numerosos países de América Latina y el Caribe.
Antes de someter a votación el texto propuesto por Rusia, Estados Unidos presentó un proyecto de resolución que insistía en entregar su supuesta ayuda humanitaria, considerada por los Gobiernos de Moscú, Beijing, La Habana y otros como el pretexto para una agresión militar.
El texto de Estados Unidos, que tampoco fue aprobado, llama a nuevas elecciones en la nación bolivariana, a pesar de que observadores internacionales califican de válidos y democráticos los comicios de mayo del año pasado, en los cuales resultó ganador Nicolás Maduro por amplio margen.
Washington presionó al Consejo de Seguridad con la entrada de una supuesta ayuda humanitaria que envió a la frontera colombo–venezolana, un plan del que la ONU y la Cruz Roja Internacional decidieron mantenerse al margen, mientras destacaron la necesidad de despolitizar la asistencia.
Aunque el texto propuesto por Estados Unidos insistía en desacreditar al Gobierno de Caracas, muchos actores internacionales consideran que la representación norteña tuvo que bajar su retórica.
La presión internacional en contra de los planes intervencionistas estadounidenses obligó a suavizar su proyecto de resolución que finalmente no fue aprobado, apuntan.
De acuerdo con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, Washington suavizó su iniciativa, que en una versión precedente era más hostil, aunque la actual sigue representando una abierta injerencia en Venezuela, en sintonía con los planes de derrocar a la Revolución Bolivariana.
A diferencia del proyecto estadounidense, el texto de Rusia apelaba al diálogo, la solución pacífica de controversias y el respeto a la soberanía de la nación bolivariana.
Las autoridades venezolanas han advertido en reiteradas ocasiones que mientras Estados Unidos habla de enviar una supuesta ayuda humanitaria a Venezuela, bloquea los activos de esa nación y aplica sanciones que obstaculizan el acceso a productos de primera necesidad.
Asimismo, alertan sobre movimientos de fuerzas militares norteamericanas cerca del territorio venezolano, como han corroborado fuentes de Rusia y Cuba.
Más allá de las diferencias políticas, los países de América Latina y el Caribe comparten una misma postura con respecto a Venezuela: rechazar la opción de una intervención militar en ese país.
También la Unión Europea se manifestó en contra de esa alternativa, que perturbaría la seguridad y la paz internacionales.
EL TEXTO DE WASHINGTON
Rusia y China impidieron el plan de Estados Unidos de utilizar el Consejo de Seguridad de la ONU como plataforma en su campaña antivenezolana al vetar una resolución de Washington contra la nación sudamericana.
Moscú y Beijing bloquearon la aprobación del texto, que reclama la celebración de nuevas elecciones generales en Venezuela.
“Allí (en el documento) no hay nada nuevo. La misma mezcla de demagogia, acusaciones recurrentes y ultimátum”, expresó la vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova, al comunicar la postura de Moscú.
El proyecto de resolución de Estados Unidos contó con nueve votos a favor, tres en contra y tres abstenciones.
Bajo presiones de la Casa Blanca, el 26 de enero el Consejo de Seguridad abordó la situación en Venezuela, aunque varios miembros de ese órgano consideraron que el tema no debía ser analizado porque no representa una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
Para aprobar una resolución en esa instancia de la ONU, de obligatorio cumplimiento, se necesita el voto favorable de al menos nueve de sus 15 miembros y que no exista el veto de ninguna de las potencias con esa prerrogativa: Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia.
PRETEXTO PARA UNA AGRESION
La delegación de China ante el Consejo de Seguridad de la ONU condenó el proyecto de resolución presentado por Estados Unidos sobre Venezuela, considerando que el texto no asegura una solución estable y pacífica en el país. “No hay alternativa más adecuada para la estabilidad de esa nación que el respeto a su soberanía y la búsqueda de un diálogo para resolver las diferencias”, refirió Wu Haitao, representante permanente adjunto chino ante la ONU.
“Todo cuanto se haga debe estar amparado en el marco legal y constitucional venezolano”, apuntó Wu. Además, exhortó a la comunidad internacional a contribuir al desarrollo económico de Venezuela pero siempre desde el apoyo, no desde la injerencia.
“Cualquier medida del Consejo de Seguridad al respecto debe respetar los principios anteriormente establecidos”, concluyó.
El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, alertó en el Consejo de Seguridad que Estados Unidos quiere preparar el terreno para derrocar al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro en Venezuela.
El embajador ruso criticó la postura de Washington. “Debemos dejar que el pueblo venezolano resuelva sus problemas por sí solo, pero al Gobierno norteamericano sólo le interesa aumentar la tensión y conseguir sus propios objetivos”, recalcó.
Dijo que bajo una excusa humanitaria se quiere intervenir en Venezuela: “Es una cortina de humo lo que intenta levantar Estados Unidos cuando lo único que quieren lograr es un cambio de Gobierno en ese país”.
“Hace dos días, Rusia y China hicieron llegar ayuda humanitaria a Venezuela: sólo Estados Unidos ha tenido problemas para hacerlo, aunque si de verdad quisiera ayudar, lo haría a través de los canales pertinentes”, observó el embajador.
“Cualquier asistencia tiene que respetar los principios de humanidad, neutralidad e independencia”, destacó.
La reunión convocado por Estados Unidos se puede explotar como preparativo para una verdadera intervención: “Es un ejemplo de propaganda desvergonzada”, criticó.
Por el contrario, dijo, Rusia apoya la mediación internacional para propiciar un diálogo en Venezuela, como está contemplado en el Mecanismo de Montevideo. “Estados Unidos no dice nada de eso en su proyecto de resolución, porque realmente no está interesado en resolver los problemas”, acusó.
“Washington parece olvidar lo que es el derecho internacional y sólo sabe emplear sanciones y amenazas con el uso de la fuerza. No podemos permitir que el Consejo de Seguridad sea cómplice en esta maniobra”, insistió.
Naciones Unidas, 28 de febrero 2019
Crónica Digital / Prensa Latina
Ni Mrs.Trump hoy, ni Obama ayer, mucho menos Busch anteayer; han aceptado dialogar con el Proceso Bolivariano. Al imperio, a las transnacionales y a toda la institucionalidad internacional defensora del sistema capitalista; jamás le ha interesado dialogar. Mucho menos coexistir con los Hijos de Bolivar. Por ello, los Gringos ya no se colocan detrás del Golpe ni conspiran “en pasillos o entre bambalinas”. Ahora, sin tapujos, se han puesto a la vanguardia de la desestabilización y amenazan conque están dispuestos a todo.
El Socialismo del Siglo 21 nació asediado como la Unidad Popular de Allende. Los chavistas no son serviles ni entreguistas; son antimperialistas de siempre y, están orgullosos de su historia que los señala como Libertadores. Además, siendo pacífica no está desarmada.
La oposición fascista, engendrada por el imperio y la oligarquía, no tienen pueblo ni tienen votos. Su política nunca ha sido proteger y favorecer a los millones de postergados que ellos invisibilizaron y condenaron. La oposición que se caracteriza por su incapacidad y torpeza, lo único que hacen es conspirar y buscar atajos anticonstitucionales y vivir impunemente, bajo el alero protector de la prepotencia y brutalidad del amo del Norte.
Mrs. Trump y sus secuaces, han querido -desde siempre- desalojar del Poder a los Bolivarianos y arrasar con la Constitución aprobada por un referéndum popular. Quieren saquear ya! Por ello ni las elecciones ni una oposición dividida y parasitaria les sirve para sus designios. Han gastado mucho tiempo y dinero en una campaña mediática mentirosa, estigmatizando el Proceso Bolivariano; tergiversando e ignorando los inmensos logros sociales y mostrándose como los grandes humanistas ” preocupados profundamente de la democracia venezolana. Sin embargo, “los porfiados hechos” señalan que en Libia, en Irak, en Afganistán
y las barbaries cometidas en nuestro Continente; nos dicen que al imperialismo no le interesan los DDHH, ni es un amante desinteresado de la democracia y la libertad tal cual lo profetizó Simón Bolivar.
No resulta extraño, por tanto,que el ventrilocuo imperial, diga en el Consejo de Seguridad de la ONU, al unísono con sus muñecos de Guaidó, Duque, Pompeo y Almagro que “todas las opciones están sobre la mesa”