Sobre la fecha del aterrizaje en el planeta rojo explicó que ‘todavía queda mucho por hacer…y el objetivo más inmediato es mantener la presencia sostenible en el satélite natural’.
Bridenstine aseguró que este no es un proyecto provisional, a abandonar a corto plazo, sino que tendrán socios internacionales y comerciales los cuales colaborarán en el desarrollo de la tecnología que se pondrá en práctica.
El administrativo insistió que la principal diferencia entre una expedición a la Luna y a Marte es que al primero se llega en tres días mientras que solo existe una oportunidad cada 26 meses de trasladarse al segundo.
Viajar al planeta rojo significa una estancia de dos años en su superficie, aclaró.
Washington, 19 febrero 2019
Crónica Digital/PL