Como una seria amenaza al patrimonio medioambiental de la Patagonia chilena y argentina calificó Greenpeace el silencioso intento de expansión de la industria salmonera, ahora en aguas del Canal Beagle, idea que ha generado en las últimas horas una serie de manifestaciones y protestas en Puerto Williams y Ushuaia.
De acuerdo a la información disponible, la empresa Nova Austral lideraría la iniciativa, la cual contemplaría en una primera fase cuatro proyectos y 138 jaulas que se ubicarían en distintos puntos del Beagle.
“No podemos creer que, con todas las graves y nefastas consecuencias que ha tenido la salmonicultura en amplias zonas del mar austral de Chile, ahora busquen instalarse en el Beagle. Parece no haber sido suficiente que se haya arrasado con amplias zonas de nuestro océano, sino que ahora lo quieren hacer en el mar que es la puerta de entrada a la Antártica. Denunciamos esta ambición sin límite y, por supuesto, nos declaramos en estado de alerta por esta grave amenaza”, señala Estefanía González, coordinadora del área de océanos de Greenpeace.
De acuerdo a la ONG, en Puerto Williams los permisos ambientales entregados en su momento a la salmonicultura datan de hace más de una década, los que serían inválidos en la actualidad, ya que esos permisos vencen después de cinco años de no haberse concretado las operaciones. “No haber caducado esos permisos ambientales y las concesiones a la empresa ha sido una negligencia inaceptable”, señalan desde Greenpeace”
No solo eso, ya que la zona es territorio de comunidades yaganes que no han sido consultadas por estos proyectos -como obliga la normativa vigente- y que, en todo caso, ya han manifestado su rechazo a la instalación de salmoneras en sus históricos territorios.
Así lo platea David Alday, representante la Comunidad Indígena Yagán Bahía Mejillones: “Estamos muy preocupados por el inicio de las actividades de la industria salmonera en nuestra zona ya que sabemos lo nefasto que han sido sus antecedentes a nivel nacional. Sabemos bien el daño que generan a los ecosistemas y al medioambiente. Como pueblo canoero de los canales del Beagle haremos todo lo posible para que no llegue esta industria. Por lo demás, la empresa que busca instalarse no ha tenido ningún contacto con las comunidades yaganes, pese a que tienen la obligación de hacerlo”.
“A todo este panorama se suma que la industria del salmón busca operar en una zona declarada Reserva de la Biósfera, es decir, un ecosistema terrestre y marino de alto valor que debe ser especialmente cuidado, no solo para el país, sino para los equilibrios ambientales del planeta”, explica Estefanía González.
Por último, Greenpeace emplazó al gobierno a pronunciarse respecto de este intento de instalación de las salmoneras en el Beagle. “Las autoridades no pueden quedar silenciosas y deben tomar una posición clara de protección a nuestro patrimonio medioambiental. El Beagle no puede convertirse en un nuevo foco de daño ambiental por parte de las salmoneras. Sería un daño irreversible”.
Crónica Digital