Al lugar del derrumbe de un bloque de casi 10 pisos, sobre el arco de un edificio en la calle Karl Marx 164, los especialistas del ministerio de Situaciones de Emergencia llevaron un vehículo emisor de aire caliente para los trabajos de rescate.
Los expertos temen que las personas atrapadas entre varios metros de escombros pudieran perecer, no tanto de asfixia o heridas, sino de frío, pues en la zona se prevé una temperatura de menos 29 grados centígrados para esta madrugada.
Además, para facilitar los trabajos de búsqueda se instalaron proyectores especiales. El día en esta época del año se prolonga por muy poco tiempo, sobre todo, en el centro de Rusia.
La construcción del edificio por bloques prefabricados dificulta la separación de los escombros, mientas existe el peligro de un nuevo derrumbe de los restos de la edificación.
El servicio de suministro de gas natural al citado edificio se le dio mantenimiento en marzo de este año.
Testigos del desastre señalaron que hubo unos minutos entre la detonación en el segundo piso del inmueble y el desplome de los techos del décimo al primero nivel.
Algunas personas lograron abandonar el edificio en ese lapso, mientras otras, más desesperadas, saltaron por las ventanas.
El MCHS indicó que tres personas resultaron heridas. Se pudo rescatar con vida a 10 vecinos de entre los escombros formados por la destrucción de 48 apartamentos.
Desde inicio de este año, se registraron 29 explosiones de gas doméstico en Rusia, con saldo de 80 afectados, incluidos 14 fallecidos.
Uno de los más graves se produjo el día 15 de este mes, también en una calle Karl Marx, pero de la ciudad rusa de Vologda, en la provincia del mismo nombre, con saldo de una inquilina que pereció en el hospital y tres heridos (dos hombres y una mujer).
Moscú, 31 de octubre 2018
Crónica Digital /PL