Hoy, en la Iglesia de San Francisco de Santiago, se llevará a cabo un Concierto de Navidad, con el destacado pianista chileno Roberto Bravo chileno, uno de los más grandes pianistas de América Latina y que se ha presentado en diversos e importantes escenarios de todo el mundo. En la oportunidad además se recordarán los 400 años del templo de San Francisco en Santiago.
El Maestro Bravo realizará un concierto en este emblemático espacio del centro de la comuna de Santiago, en donde interpretará obras musicales con espíritu navideño y podrá compartir con la comunidad de una manera cercana.
La actividad ha sido organizada por la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) del Estado de Chile y por la Orden Franciscana de Chile y se realizará en la Iglesia de San Francisco, Avenida Libertador Bernardo O’Higgins 816, entre las 19:30 y las 21:30 horas.
Recientemente, la UTEM hizo entrega del grado de Doctor Honoris Causa a Roberto Bravo, en reconocimiento a su trayectoria musical, su labor social y su entrega como artista a la comunidad. Como se sabe, las universidades conceden los Doctorados Honoris Causa con el objeto de reconocer labores excepcionales en favor de la ciencia, la cultura o el arte.
Asimismo, la Casa de Estudios publicó el libro “Roberto Bravo. La música como puente entre el cielo y la tierra”, que recorre desde diferentes miradas la historia del músico. El autor del libro es el académico Marcelo Rodríguez Meza, quien señala “Esta biografía es el relato de un músico chileno, humanista, religioso, sensible, afectuoso y respetuoso, quien ha hecho de su piano un instrumento de amor, de lucha, de medio para manifestar convicciones, y todo, para que algún día, de una u otra forma, podamos ser mejores”.
Desde su experiencia, Bravo señala en el libro: “La música es el puente entre el cielo y la tierra (…) El artista sólo puede ser uno con el todo universal, cualquiera sea el nombre que se use. El camino es personal, indivisible, es esa energía superior que te es depositaria, que ordena y armoniza a los pequeños servidores de almas que somos los artistas y en cada ser humano que no sabe cómo ni cuándo ayuda en el desarrollo del prójimo”.
Roberto Bravo González comenzó su proceso de formación musical en el Conservatorio Nacional de Santiago con Rudolf Lehmann. Luego, continuó sus estudios en Nueva York con el connotado pianista Claudio Arrau. Posteriormente, pasó una temporada en el Conservatorio de Varsovia, en Polonia, para después partir a la antigua Unión Soviética, donde estudió en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú. Por fin, se perfeccionó en Londres con la maestra María Curcio.
A lo largo de su carrera, ha ofrecido conciertos en algunos de los escenarios más importantes a nivel mundial, tales como el Carnegie Hall de Nueva York, el Kennedy Center de Washington, el Palacio de Bellas Artes de México, el Palau de la Música de Barcelona, el National Theatre de Dublín, el National Arts Centre de Ottawa y el Teatro Teresa Carreño de Caracas. Ha tocado con formaciones musicales de renombre global, como la Orquesta Sinfónica de Berlín o la Royal Philarmonic Orchestra de Londres.
Además, ha sido un artista sensible a los signos de su tiempo: aún se recuerda, por ejemplo, su colaboración con la Vicaría de la Solidaridad. O su participación, hace un año, acompañando al coro de voces haitianas de la Parroquia de la Santa Cruz de la Población Los Nogales en la Catedral de Santiago. Fue “un gesto hacia la comunidad migrante; una señal de respeto, acogida y de integración”, señaló entonces el artista.
Santiago de Chile, 18 de diciembre 2018
Crónica Digital