‘Las partes intercambiaron puntos de vista sobre la puesta en vigor del consenso alcanzado por los líderes de ambos países, y plantearon definir un programa y una hoja de ruta para la nueva etapa de las consultas de trabajo’, acotó el texto.
De esa manera los equipos buscarán avanzar hacia un acuerdo que conlleve a levantar los gravámenes aplicados desde julio pasado, normalizar las relaciones Beijing-Washington y terminar la guerra comercial entre la primera y segunda potencia del mundo.
El pasado día 1 en Argentina los presidentes Xi Jinping y Donald Trump acudieron en persona a la mesa de negociaciones en el contexto de la cumbre del G-20 para analizar una controversia bilateral que mantiene en jaque al planeta entero.
La esperada reunión terminó con una tregua de 90 días durante la cual frenaron la imposición de medidas restrictivas y los dañinos aranceles sobre las importaciones mutuas.
También decidieron de inmediato buscar soluciones consensuadas a los asuntos conflictivos, pero sobre la base del respeto, equidad y beneficio para los dos lados.
China se comprometió a resolver las preocupaciones que genera la profundización de su política de reforma y apertura, mientras Estados Unidos también corregirá las inquietudes de Beijing en materia económica y comercial.
No obstante, Xi Jinping insistió en que la cooperación con ganancia compartida es la mejor opción para los intereses de las dos potencias, mantener la paz y la prosperidad mundial.
Esa fue la primera vez que los mandatarios se vieron las caras tras estallar el pleito casi al comienzo de 2018. Antes tocaron el asunto varias veces por teléfono.
Desde que abrieron las negociaciones en mayo pasado hubo momentos de avances, que por breve tiempo dieron respiro a la zozobra que desata la guerra comercial.
Pero las treguas alternaron con retrocesos por decisión unilateral de Estados Unidos de echar por tierra lo colegiado y proceder con nuevas tandas de tributos, a los cuales China respondió con igual magnitud en defensa de sus intereses y empresas.
Ahora, igualmente el mercado global recobró una calma relativa tras meses de incertidumbre y desplome financiero, pero está latente la duda de volver a caer en un círculo vicioso gracias al mal precedente de que intentos anteriores por frenar la controversia Washington-Beijing se esfumaron de un momento a otro.
Beijing, 11 diciembre 2018
Crónica Digital /PL