Los involucrados podrían recibir condenas de hasta seis años de privación de libertad, por transgresión de la frontera estatal rusa.
El pasado 25 de noviembre, las lanchas artilladas Verdiansk y Nikopol, así como el remolcador Yani Kapu entraron ilegalmente en aguas territoriales rusas en el mar Negro, frente a las costas de Crimea y fueron detenidos cerca del estrecho de Kerch.
Luego de al menos ocho horas de maniobras peligrosas, sin atender los llamados a abandonar la frontera estatal rusa, finalmente, los guardacostas abordaron por la fuerza a los infractores cuando se dirigían al puente de Crimea.
Durante un encuentro con la prensa en la cumbre del Grupo de los 20, en Buenos Aires, el presidente ruso, Vladimir Putin, aclaró que los marineros ucranianos tenían la misión de pasar en secreto por el mar Negro y a través del estrecho de Kerch.
¿Qué objeciones se pueden hacer si está directamente escrito en el registro de una nave que a estos barcos se les encomienda la tarea de penetrar en secreto en nuestras aguas territoriales y pasar así el Estrecho de Kerch?, se preguntó Putin.
Eso fue una provocación planificada, lo cual emana de los documentos analizados y del testimonio de los propios marineros, afirmó.
Durante los eventos más grandes relacionados con Ucrania, nadie introdujo la ley marcial, y de pronto, ahora, en vísperas de las elecciones, es necesario hacerlo, comentó el jefe de Estado.
Ello se hace para limitar los derechos y libertades civiles, así como las actividades políticas en Ucrania. Pero peor aún es la introducción de la ley marcial en diez regiones, precisamente, donde el presidente Piotro Poroshenko carece de apoyo, apuntó.
Moscú, 3 de diciembre 2018
Crónica Digital /PL