Las investigaciones muestran una fuerte caída en la abundancia de diatomeas, una microalga fundamental en la dieta de numerosos peces e invertebrados, por la intensificación del viento en las costas y la reducción del caudal de los ríos, considerados efectos colaterales del cambio climático.
Según la doctora Bárbara Jacob, especialista del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), una de las iniciadoras de la investigación, esa situación no ocurre solo en Chile, sino que se ha detectado también en las costas de California, Estados Unidos, y en Sudáfrica.
Además, este cambio puede estimular la proliferación de algas tóxicas, como sucede en el extremo sur de Chile, que amenazan con extenderse -advierten los científicos-, a las costas de la central región del Biobio e incluso más al norte.
Los efectos de la reducción de las microalgas que alimentan a numerosas especies y la proliferación de las de tipo tóxico, pudieran acarrear serios problemas al sector de la pesca en Chile, país que a nivel mundial se sitúa entre los 10 mayores exportadores de productos marinos y acuícolas.
Según datos oficiales, en 2017, las ventas al exterior, principalmente de anchoveta, jurel, sardina y salmón, superaron los seis mil 280 millones de dólares, 16,8 por ciento más que en 2016, con un volumen de mil 219 millones de toneladas, y sus principales mercados son Estados Unidos, Japón, Brasil, China, Rusia y España.
Santiago de Chile, 3 de diciembre 2018
Crónica Digital /PL