Estados Unidos mantuvo hoy su defensa del bloqueo a Cuba y rechazó una resolución contra esa política, a pesar de la oposición casi unánime de la comunidad internacional al cerco de más de 55 años.
La embajadora norteamericana ante la ONU, Nikki Haley, volvió a apelar a los derechos humanos y a una supuesta solidaridad con el pueblo cubano para justificar una política continuamente condenada por la inmensa mayoría de los países miembros del organismo multilateral ante los daños que provoca a los habitantes del país caribeño.
Al intervenir en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde se debate desde ayer el proyecto de resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba, la diplomática sostuvo que es la casi totalidad del orbe la que está errada en este tema.
El año pasado solo tuvimos un apoyo, estuvimos en buena compañía, añadió Haley, en referencia a que en 2017 solo Israel se unió a Washington en votar en contra de la propuesta cubana, en tanto 191 naciones apoyaron el documento introducido por la mayor de las Antillas.
Como en ese momento, la embajadora pretendió presentar el criticado cerco como un acto de apoyo al pueblo de la isla, un argumento que ignora el hecho de que la gran mayoría de los residentes en esa nación desea su levantamiento.
La afirmación de Haley ignora, incluso, que según encuestas realizadas en territorio norteamericano, la mayoría de los cubanoamericanos y de los estadounidenses también apoyan que se elimine el bloqueo.
Como en otras ocasiones, la diplomática volvió a apelar presuntas violaciones de los derechos humanos en el país vecino para atribuir a ello la permanencia de la política, aun cuando la isla y otras naciones reconocen al bloqueo como la principal violación de los derechos de los cubanos.
Haley calificó de pérdida de tiempo que se lleve a votación desde 1992 el documento de condena a la política de Washington.
La ONU no tiene la habilidad o la autoridad de terminar el bloqueo, manifestó la embajadora norteamericana, cuyo gobierno ha mantenido una compleja relación con la ONU dada las continuas críticas de la administración de Donald Trump al organismo multilateral y su retirada de importantes órganos.
Al mismo tiempo, llamó a los Estados miembros a votar a favor de ocho enmiendas propuestas por su país a la resolución cubana, las cuales han sido criticadas por muchas naciones en el debate sostenido en estas dos jornadas.
La nación caribeña denunció que los objetivos de esas enmiendas que Estados Unidos
pretende incorporar buscan crear mayores tensiones e incrementar la hostilidad, al poner obstáculos al proceso en la ONU.
Naciones Unidas, 1 de noviembre 2018
Crónica Digital /PL