Malki agregó en una declaración que el caso se basó en la pertenencia de Palestina a la Convención de Viena de 1961 sobre Relaciones Diplomáticas, que define un marco para las relaciones entre países independientes, específicamente el Protocolo Facultativo relativo a la Solución Obligatoria de Controversias.
El ministro explicó que, al preparar su caso, presentó una declaración en la que reconocía la jurisdicción de la CIJ para resolver todas las disputas que surgieron o pueden surgir según la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y los procedimientos y el estatuto de la Corte.
Este paso coincide con la política del Estado de Palestina, que tiene como objetivo preservar el carácter de la ciudad santa de Jerusalén con sus dimensiones espirituales, religiosas y culturales únicas, dijo Malki.
Ramallah, 29 septiembre 2018
Crónica Digital /PL