El área de Quinteros y Puchuncaví, así como otras localidades cercanas, ha sido declarada como área saturada de anhídrido sulfuroso y material particulado.
En declaraciones al espacio 24 horas de TVN, la directora del centro médico, Daniela Siegmund, recalcó que todos los pacientes están bajo observación, incluyendo a los 49 que fueron dados de alta, de 170 afectados.
Jóvenes enfermos llegaron a la instalación desde varios colegios, lo mismo que menores y personas de mayor edad, entre ellos en estado más delicado tres alumnos y dos profesores. Todo esto ocurre después de ser levantada la alerta amarilla.
Por tal motivo, la titular del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, adelantó que nuevamente la alerta amarilla se activará una vez que la Contraloría ‘tome razón del decreto ingresado por los ministerios de Salud y de Medio Ambiente el pasado viernes’.
Los problemas Quintero y Puchuncaví, en la región de Valparaíso, 130 kilómetros de Santiago, son recurrentes desde hace 50 años desde que se radicaron en la zona varias plantas industriales, en su mayoría con empleo y producción de químicos.
Hace una semana, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó un recurso de protección en el cual pide al Gobierno que adopte medidas efectivas para que los habitantes de Quintero y Puchuncaví.
El INDH propuso medidas duraderas a los Ministerios de Medioambiente y de Salud, ‘por la responsabilidad que les cabría en la vulneración de los derechos a la integridad física y psíquica’.
‘Y a su obligación de que las personas que habitan en la llamada ‘zona de sacrificio’ de ambas localidades puedan vivir en un medioambiente libre de contaminación’, precisó.
Mientras los ciudadanos sufren, el balón de las responsabilidades pasa de una cancha a otra y ninguna compañía admitió hasta ahora culpabilidad absoluta en los casos.
Desde el 21 de agosto a la fecha, se han producido por lo menos tres crisis más de contaminación. Según los expertos, hay emisiones de sustancias tóxicas como metilcloroformo, nitrobenceno y tolueno.
En una misión de observación en la zona entre el 11 y el 13 de septiembre, se detectó que la situación de contaminación ‘es crónica y genera episodios frecuentes de agravamiento, que también tienen efectos acumulativos en el tiempo’.
Todavía no se conocen los resultados de los análisis que harían especialistas de la Organización Mundial de la Salud.
Santiago de Chile, 26 de septiembre 2018
Crónica Digital /PL