Patricio Bunster, bailarín, actor y coreógrafo chileno es el creador de “Vindicación de la Primavera”, que está presentando el Centro de Danza Espiral, con una notable puesta en escena en Matucana 100. Basado en el montaje “La Consagración de la Primavera” de 1913, del compositor y director orquestal ruso Igor Stravinky, la cual fue una novedad para la época, en su tonalidad, métrica, ritmo, acentuación y disonancia.
El ciclo vida-muerte-vida de la naturaleza montado por Stravinky en partituras, Bunster lo transforma ocupando solo la música original y realizando un cambio coreográfico. La primavera y sus súbditos, ahora son seres humanos. La muerte es un soldado que impone destrucción y la primavera una mujer prisionera y torturada.
Espiral rescata la creación que Bunster hiciera en 1987, donde claramente había un tema político que era la dictadura de Pinochet. Entonces la Primavera ha sido capturada y la vindicación, que es el acto de devolver al pueblo esto que le corresponde por derecho y que en otras palabras no es más que la libertad, debe ser restaurada, la Primavera tiene que volver. Y este es el juego que se presenta en todo el espacio escénico, con un ritmo permanente, donde de principio a fin la danza se desarrolla con precisión y exigencia técnica. Más allá que estamos en presencia de bailarines, las actuaciones del conjunto son significativas, especialmente en los protagonistas, con un trabajo de emociones corporales y gestuales, dándole un valor a los movimientos que junto con la sinfonía nos sumergen en la trama, la pugna entre los hombres y el Gran Jaguar.
La obra discurre en un mundo imaginario, pero con un sentido real de la naturaleza y donde los cuerpos son la proyección del bosque, del agua y la muerte. Son cincuenta minutos en que los bailarines demuestran una gran vitalidad, fuerza y destreza. La relevante acrobacia de sus cuerpos y una singular mezcla de variedad de movimientos. No hay dudas que estamos en presencia de un acto enérgico y soñador, que nos lleva a liberar nuestras almas en ese climax donde volvemos a ver la Primavera.
“Vindicación de la Primavera” es un espectáculo de gozo, donde la iluminación adquiere notoriedad, las luces son adecuadas y envolventes, tanto que de pronto te hacen aparecer y desaparecer cuerpos colgados y danzantes por toda la planada escénica. Además es muy rescatable el vestuario, pensado para resistir toda la acción y esos desplazamientos rápidos. En fin la obra logra cautivar y mantiene la atención de la sala, que además por el grado de inclinación que ella tiene permite una vista panorámica de toda la escena.
“Es un gran honor pertenecer a una compañía con un rol muy social, para que no olvidemos lo que ha pasado antes acá”, nos señala Celeste Ormazábal, perteneciente a la nueva generación de bailarinas de Espiral. “Hay cosas no resueltas y por eso no hay que perder la esperanza”.
Al consultarle sobre el legado de Patricio Bunster, la bailarina que interpreta a una de las “Mujeres del Agua” puntualizó: “No tuve la oportunidad de conocer al maestro, pero él vive dentro de todos mis compañeros y en muchos casos es como si él siguiera acá y eso es hermoso. Patricio siempre quiso llevar la danza a todas partes y ofrecer la oportunidad de quien quisiera bailar lo hiciera. En la agrupación se respeta este legado y siempre está abierta para todos los que deseen viajar, sumergiéndose en las obras con la intención de llegar a todas partes”.
Por Miguel Alvarado Natali
Crónica Digital, Stgo,22 de Septiembre 2018