El exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) John Brennan manifestó hoy que está dispuesto a considerar acciones legales para impedir que el presidente estadounidense, Donald Trump, revoque las autorizaciones de seguridad de otros funcionarios.
Indicó que los letrados que se interesaron en el tema le pidieron discutir la posibilidad de presentar una queja contra la Casa Blanca por esa decisión, que según varias voces tuvo motivaciones políticas porque busca silenciar a los críticos del gobernante.
Si mis autorizaciones y mi reputación, como estoy siendo arrastrado por el barro ahora, es el precio que vamos a pagar para evitar que Donald Trump lo haga contra otras personas, para mí es un precio pequeño, declaró Brennan este domingo.
Voy a hacer todo lo que pueda personalmente para tratar de prevenir estos abusos en el futuro y si eso significa ir a los tribunales, lo haré, agregó.
El miércoles la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, justificó la revocación de la autorización con el argumento de que el exdirector ha hecho acusaciones infundadas contra la administración actual, y sostuvo que ha tenido un comportamiento errático.
Brennan ha sido un crítico habitual de la administración Trump, incluyendo lo relacionado con la investigación sobre una presunta interferencia electoral rusa en 2016 y una supuesta complicidad con la campaña del republicano.
De acuerdo con Sanders, además de adoptar esa medida, el mandatario tiene bajo revisión las credenciales de otras personas con las que podría proceder del mismo modo.
Todos los nombres mencionados por la vocera, entre ellos el exdirector de inteligencia nacional James Clapper y el extitular del Buró Federal de Investigaciones James Comey, corresponden a figuras críticas con el presidente o que jugaron algún papel en la pesquisa sobre los comicios.
Claramente, Trump se ha vuelto más desesperado por protegerse a sí mismo y a sus allegados, por lo que tomó la decisión políticamente motivada de revocar mi autorización en un intento de asustar a otros que se atreverían a desafiarlo, expresó Brennan el jueves en un artículo publicado en The New York Times.
Los exmiembros de la comunidad de inteligencia suelen mantener autorizaciones de seguridad de alto nivel después de dejar sus puestos y, en ocasiones, brindan asesoría a funcionarios gubernamentales.
Washington, 19 agosto 2018
Crónica Digital /PL