Nos están amenazando y pretenden que nos pongamos de rodillas. Están cambiando a un socio estratégico de la OTAN por un sacerdote, aseveró en referencia al conflicto entre ambas partes por el arresto en esta nación del norteamericano Andrew Brunson, acusado de terrorismo y espionaje.
Brunson y su esposa Norine fueron apresados en octubre de 2016, tres meses después de esa intentona golpista en Turquía, por sus supuestos vínculos con el movimiento del líder religioso Fethullah Gulen y con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
Norine fue liberada 13 días después de su arresto, pero el pastor, radicado desde hace más de 20 años en este país, permaneció en prisión 21 meses hasta que un juez dictaminó su arresto domiciliario mientras continúa el juicio en su contra.
En julio el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con aplicar grandes sanciones a Turquía si se negaba a liberar a Brunson, y el 1 de este mes anunció castigos económicos contra los ministros turcos de Justicia, Abdulhamit Gül, y de Interior, Suleyman Soylu.
Esta jornada, el portavoz del gobierno turco, Ibrahim Kalin, aseguró que dichas acciones no lograrán doblegar a su país, sino que aislarán aún más a Estados Unidos en el contexto internacional.
Por su parte, Erdogan señaló en un artículo publicado en The New York Times que si Washington no elimina las sanciones impuestas, su gobierno se verá obligado a buscar nuevos aliados.
El comportamiento de Estados Unidos es inaceptable, irracional y va en detrimento de nuestra duradera amistad. En tanto no respete la soberanía de Turquía, la relación bilateral estará en peligro. Nosotros tenemos alternativas y daremos los pasos necesarios para proteger nuestros intereses, escribió.
Ankara, 11 agosto 2018
Crónica Digital/PL