Las comisiones de las dos cámaras parlamentarias funcionan en paralelo con el fin de investigar lo ocurrido con Alexandre Benalla, quien asistió a la movilización del 1 de mayo vestido de policía y golpeó violentamente a algunos participantes.
El caso fue revelado por la prensa la semana pasada, tras lo cual se generaron numerosas críticas al gobierno por cuestiones como sancionarlo a solo 15 días de suspensión laboral, mantener oculto el tema por dos meses y no acudir de inmediato a la justicia pese a la gravedad de los hechos.
Patrick Strzoda, jefe de gabinete del presidente galo, asumió ayer la responsabilidad de la gestión del expediente, al comparecer ante los legisladores.
En la audiencia, el alto responsable señaló que fue él quien decidió imponer la sanción y liberó de toda responsabilidad a Macron, que se encontraba en Australia a 10 mil kilómetros de distancia, según dijo.
Tras indicar que nunca habló del tema con el mandatario, sostuvo que fue el secretario general del Palacio del Elíseo, Alexis Kohler, el encargado de informar sobre la medida al jefe de Estado.
El director del gabinete también se refirió a la decisión de no llevar el caso a la justicia, y alegó que de acuerdo con su consideración, no había elementos suficientes para llegar a ese punto.
Por otro lado, también el primer ministro galo, Edouard Philippe, compareció este martes ante los parlamentarios, y admitió entender ‘que se pueda cuestionar la sanción’.
No obstante, aseveró que en su opinión, la medida tomada fue proporcionada.
En medio de una de las crisis más agudas desde el inicio del mandato de Macron, el partido conservador Los Republicanos (LR) anunció que presentará a finales de semana una moción de censura contra el gobierno.
No obstante, tal recurso de la moción tiene escasas posibilidades de prosperar dado que el movimiento de gobierno, La República En Marcha, dispone de una amplia mayoría en la Asamblea Nacional.
París, 25 de julio 2018
Crónica Digital /PL
