Hoy, cuando vivimos un tiempo de evidente crisis de nuestra Iglesia chilena que ha generado una honda frustración en cientos de personas y comunidades, nos hemos constituido como “Red de Comunidades de Laicas/Laicos de Chile”.
Al constituirnos nos mueven los siguientes objetivos y motivaciones:
1.- Buscamos generar espacios de reencuentro y diálogo en un contexto social, cultural y eclesial donde prima la desconfianza y la descalificación, pero donde se abren espacios para organizar la esperanza y ser testimonios de la utopía del reino.
2.- Queremos tender puentes entre la diversidad de movimientos y carismas, reconociendo el aporte y riqueza que cada cual es en la construcción de comunidades cristianas al servicio del mundo.
3.- Hoy vivimos un “tiempo propicio” – un kairós- para proponer nuevas maneras de ser iglesia seguidora del Nazareno, al servicio de los más pobres y excluidos, aquellos que la “cultura del descarte” dejó en los márgenes de nuestra sociedad.
4.-Queremos agradecer el compromiso y la valentía de quienes han sido víctimas de los abusos de poder y han dicho basta. Con terca esperanza han decidido vencer el miedo y organizarse desde sus comunidades locales de Osorno, Talca, y Santiago, entre otros.
5.- Por eso hacemos un llamado a tantas y tantos a perder el miedo, a encontrarnos y dialogar para la construcción de una iglesia al servicio de los más pequeños, que sea “sal y luz en el mundo” y signo de esperanza para nuestro tiempo.
6.- Les invitamos a ser laicos y laicas activos y creativos en este tiempo, confiados en el actuar del Espíritu que “renueva todas las cosas”. Por ello convocamos a todas las comunidades a iniciar procesos de reflexión y acción que nos ayuden a generar propuestas para este tiempo de conversión eclesial.
7.- Debemos ser categóricos y sin ambigüedades: Nunca más aceptaremos abusos de ningún tipo ni lógicas de encubrimiento en la Iglesia católica. Nunca más toleraremos pastores -sean estos obispos o no- religiosas o laicos con actitudes o conductas soberbias, arrogantes y prepotentes. La Iglesia debe volver a ser vista como un espacio para vivir la fe desde el servicio a los más débiles, con modestia y humildad.
7.- Este es un año clave para retomar el espíritu de la iglesia liberadora latinoamericana. Conmemoramos 50 años de la Conferencia del episcopado latinoamericano de Medellín además recordar los 40 años del Simposio de la iglesia chilena por los Derechos Humanos y celebrar la canonización de San Romero de América.
8.- Por ello, invitamos a las comunidades locales de todo el país a construir -desde ya- un SÍNODO LAICAL NACIONAL AUTOCONVOCADO para noviembre de este 2018 en vistas de encontrarnos, dialogar y generar propuestas creativas para ser alegres testimonios de la Buena Nueva anunciada a los pobres y oprimidos.
Coordinación Nacional Red de Comunidades de Laicas/Laicos de Chile
Mirna Pino (Santiago)
Ana Mirena Romero (Chillán)
Daniel Parra (Frutillar)
Gustavo Madrid (Talca)
Alejandro Núñez (La Legua – Santiago)
Juan Carlos Claret (Osorno)
Larry Gárate (Puente Alto)
Osvaldo Aravena (Santiago)
Roberto Sánchez (Santiago-Osorno)
Sonia Morales (Temuco)
Francisco de Ferari (Santiago)
Santiago de Chile, 29 de mayo 2018
Crónica Digital