La celebración del Día del Patrimonio Cultural, no deja de sorprender con las más de 1500 actividades inscritas y la cantidad de ciudadanos que se suman cada año, lo cual es una señal de que este proyecto, liderado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, rinde frutos en la generación de conciencia, respecto al patrimonio material e inmaterial de Chile.
Ejemplo de ello, ha sido la convocatoria de las comunidades en la conservación del patrimonio urbano y arquitectónico, cuyo resultado es el incremento de declaraciones de zona típica de distintos barrios. En el ámbito institucional se ha impulsado la protección del patrimonio, desde lo mencionado, bajo el alero del Consejo de Monumentos Nacionales, hasta el trabajo realizado por Sernatur y los gobiernos regionales, en la puesta en valor del paisaje natural y el patrimonio turístico sustentable.
Sin embargo, el reconocimiento al patrimonio por parte de la ciudadanía debe venir acompañado de un accionar consecuente. Desde el Gobierno: una reglamentación que establezca una adecuada planificación que, entendiendo la necesidad de densificar la ciudad y de recuperar barrios en deterioro, controle la pérdida del patrimonio como consecuencia de un desarrollo inmobiliario agresivo. Una adecuada planificación que, a su vez, controle y coordine la suma y descontrol que pueda generar el aumento de las declaratorias de zona típica. Una reglamentación que cuente con recursos e incentivos que faciliten la conservación efectiva de nuestro patrimonio.
Desde la academia: asumir un rol activo en la educación de la comunidad, en el reconocimiento y registro de los valores reales que constituyen nuestra historia y en ser un actor crítico en la defensa y protección del acervo material e inmaterial.
Anamaría Lisboa C.
Decana Facultad Arquitectura, Urbanismo y Paisaje
Universidad Central