El parque automotriz ha seguido creciendo en nuestras ciudades. De acuerdo a un informe de la ANAC, en el primer trimestre de 2018 las ventas de vehículos livianos y medianos, aumentaron un 12,5% en relación al mismo período de 2017, concentrándose las ventas en las regiones Metropolitana, Valparaíso y Biobío.
Lo preocupante es que en Santiago, y en otras grandes urbes del país, se repiten los problemas de conectividad y congestión asociados a las distancias y largas horas de desplazamiento, entre otros. Por ello, más que seguir expandiendo las ciudades, con los consiguientes traslados diarios de las personas a sus trabajos, colegios y hogares, es interesante la iniciativa de algunos municipios de ubicar proyectos habitacionales cerca de los centros o subcentros urbanos, a pesar del alto costo de los terrenos.
Si queremos mejor calidad de vida urbana, en el caso del formato de inmobiliaria popular con subsidio de arriendo y buenos diseños y estándares habitacionales, hay que considerar que la rentabilidad social está por encima de lo económico. Esto podría significar un gran cambio frente a un problema que no se ha podido resolver como son la segregación, las grandes distancias, los traslados excesivos y la falta de cercanía de los servicios básicos para las familias. Sin duda, estos son los indicadores que se deberían considerar para tomar mejores decisiones a nivel urbano
Por Uwe Rohwedder
Director Escuela de Arquitectura
Universidad Central
Santiago de Chile, 20 de abril 2018
Crónica Digital