Se trata de un navío de 108 metros de largo y 17 de ancho que cuenta con un vehículo operado remotamente (ROV) para la exploración subacuática y con el cual muchos posaban sus esperanzas de encontrar el submarino.
El navío de investigación oceanográfica se trasladó la víspera desde el área donde se encontraba hasta el puerto uruguayo de Montevideo para cargar combustible, luego hará tareas de reabastecimiento en Buenos Aires, y ya no regresará al lugar, reportaron medios de prensa locales.
‘Nos dijeron que se va a Uruguay y después va a Buenos Aires, pero que ya no vuelve más al área de búsqueda’, declaró a la prensa Malvinas Vallejos, uno de los familiares de los 44 tripulantes que viajaban en el ARA San Juan, cuyo rastro se perdió en aguas del atlántico sur el 15 de noviembre del pasado año.
Casi cinco meses han pasado desde que el sumergible dejó de establecer contacto y pese al gran despliegue por cielo y mar, el mayor despliegue que la fuerza naval argentina ha tenido con el apoyo de la mejor tecnología y oficiales y navíos de 13 países, no se ha podido encontrar ni un solo rastro.
Los familiares no pierden la esperanza y piden continuar la búsqueda en tanto el Gobierno ofreció en febrero pasado una recompensa monetaria a quienes logren encontrar el submarino.
El San Juan prestaba servicio desde 1985 y perdió el contacto cuando regresaba de un viaje desde la distante Ushuaia.
Buenos Aires, 3 abril 2018
Crónica Digital /PL