La compleja trama de alegatos, réplicas y contrarréplicas tomará hoy su último descanso, antes de dar la palabra a Chile por última vez en el contencioso con Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Sólo resta que la delegación chilena prepare su exposición, después que el lunes lo hiciera Bolivia en su afán por lograr que los jueces de La Haya obliguen al país austral a negociar una salida soberana al mar.
Los habituales contrapunteos verbales se dieron nuevamente, en particular fuera de los salones del Palacio de La Paz, sede de la CIJ en la pintoresca urbe holandesa.
El presidente boliviano, Evo Morales, asistió a la vista en un esfuerzo por mostrar el espaldarazo de su Ejecutivo y de la ciudadanía a la demanda que fue interpuesta en 2013.
En una reflexión sobre el tema, Heraldo Muñoz, excanciller y miembro de la delegación
chilena en La Haya, cuestionó sobre las consecuencias que podría tener un fallo en favor para Bolivia, sobre los pobladores de la zona en reclamación.
“Los territorios a los que aspira Bolivia no son despoblados, son personas de carne y hueso que trabajan que tienen tradiciones y que viven ahí”, apuntó.
Cuestionó la pretensión de Bolivia de que esos territorios sean desplazados y esas personas
“lleguen a ser refugiadas, que cambien de nacionalidad”.
Evo Morales, por su lado, se mantuvo optimista aunque cauteloso en algunos sentidos.
“El retorno de Bolivia al mar no solo es posible, sino es inevitable. Estamos seguros que la solución del caso boliviano servirá de ejemplo al mundo entero para resolver tantas otras disputas que no pueden ni deben quedar abiertas”, declaró.
“Hemos venido a esta importante Corte a tender puentes de entendimiento y no muros de enfrentamiento”, precisó.
El ministro chileno de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, reiteró que “en ninguna parte Chile acepta ni permite que esté en juego un centímetro cuadrado de su territorio”.
“No hay aspectos limítrofes con Bolivia, la soberanía de Chile no se toca”, enfatizó.
La parte boliviana aseguró que “Chile enclaustró a Bolivia” y en particular el abogado español Remiro Brotons, reflexionó que “ni Dios ni la Corona Española le otorgaron el litoral boliviano a Chile“.
Bolivia no debe seguir buscando el futuro en su espejo retrovisor, seguir haciéndolo la dejará anclada al siglo XIX y la dejará en manos de gobernantes demagogos que se aferran al poder, sentenció Ampuero.
El titular rememoró que “el Tratado de 1904 fue defendido incluso ante el Congreso, y respaldado por tres presidentes bolivianos entre 1900 y 1917”.
Santiago de Chile, 27 de marzo 2018
Crónica Digital /PL