El hallazgo demuestra que la consciencia puede estar presente durante varios minutos después de que el resto del cuerpo deje de mostrar signo alguno de vida.
Jens Drier, neurólogo líder del estudio, explicó que después de que se detiene la circulación, la dispersión de la despolarización marca la pérdida de la energía electroquímica almacenada en las células cerebrales y la aparición de procesos tóxicos que finalmente conducen a la muerte.
Según el autor el descubrimiento puede conducir a la mejora en un futuro de procedimientos de diagnóstico y tratamiento a pesar que no existen implicaciones directas para el cuidado de los pacientes en la actualidad.
Berlín, 14 marzo 2018
Crónica Digital /PL