México y Canadá se congratularon hoy de la firma del Acuerdo Progresivo y Global Transpacifico (CPTPP, por sus siglas en inglés), a la vez que advirtieron que la aplicación de medidas coercitivas de Estados Unidos traerá consecuencias.
El llamado TPP-11 que surge precisamente ante el retiro del pacto de Washington por decisión del presidente Donald Trump, dio una luz de esperanza en el libre comercio a 11 países de la Cuenca del Pacífico del lado de Asia, Oceanía y Latinoamérica.
Pero tras la rubrica del texto por los ministros, la pregunta ineludible surgió de la prensa en torno a los aranceles a las importaciones de acero y aluminio anunciados por la Casa Blanca y que pudieran desatar una guerra comercial.
El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, subrayó que su país aguardará por la aplicación de las medidas adelantadas por EE.UU. que califico de inaceptables, y puntualizó que defenderá los derechos del sector con respuestas adecuadas.
A su turno, el ministro de Comercio Exterior de Canadá, Francois-Philippe Champagne, señaló que Ottawa tampoco ve con buenos ojos el anuncio de la Casa Blanca y se mantendrá firme si bien esperará por saber las consecuencias reales.
En estos momentos EE.UU. posee un superávit en el aluminio respecto a Canadá, lo cual convierte en un contrasentido imponer aranceles.
Japón, en otra cuerda, indicó que la fuerza del CPTPP servirá de herramienta a dinamizar el comercio internacional y ofreció su liderazgo, muy apreciado en función de su reconocido prestigio internacional.
El ministro japonés de Estado para la Economía y la Política Fiscal, Toshimitsu Motegi, prefirió no entrar en detalles. Sin embargo, recalcó el malestar de Tokio con el tema de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio que los aranceles afectarán a todos los países, sin excepción.
En otro orden, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, encomió el alcance del CPTPP y anotó que Colombia, por ejemplo, está interesada en integrarse cuando el tratado ya sea una realidad puesta en marcha, un proceso que pudiera demorar alrededor de un año.
Igualmente, reconoció que China estaría interesado pero no el corto plazo.
La verdad es que estamos abiertos a la inclusión, es un acto por una verdadero comercio globalizado en el mundo, con oportunidades para todos y con énfasis en el desarrollo, anotó Muñoz.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 9 de marzo 2018
Crónica Digital /PL