También en los últimos días Al-Nusra tuvo un nuevo revés en la zona luego de que uno de sus grupos desertó de la formación, lo que la obligó a retirar sus fuerzas de los poblados que ocupaban en el campo oeste de Alepo, indicaron fuentes civiles.
La unidad desertora se unió precisamente al recién creado Frente para la Liberación de Siria (Yabhet Tahrir Sourya), un resultado de la fusión hace dos semanas de las formaciones Ahrar al- Cham y el Movimiento Nour Eddin Zanki.
Sin embargo, en recientes enfrentamientos en el poblado de Batenta, con el grupo radical Ahrar al-Sham, los combatientes de al-Nusra, filial de Al-Qaeda, ocuparon 20 tanques de guerra, decenas de cañones de artillería y vehículos equipados con ametralladoras.
Vale destacar que las encarnizadas batallas entre las agrupaciones radicales rivales en la norteña demarcación son expresión de la lucha por el poder, en el afán por ganar zonas de influencia en Idlib y el campo oeste de Alepo.
La Oficina del Censo de Al-Nusra admitió, por otro lado, que en recientes enfrentamientos con las tropas gubernamentales en torno a la base militar de Abu-Duhur, sus unidades perdieron a 783 efectivos.
El Ejército sirio mantiene en Idlib varios puntos de contención de las agrupaciones extremistas, y gran parte de sus fuerzas desplegadas en ese enclave se trasladaron a la región de Ghouta Oriental, al este de Damasco, donde combaten a bandas radicales como el Ejército del Islam y el Frente para la Liberación del Levante (otrora al-Nusra).
En Ghouta Oriental, las tropas gubernamentales, con el apoyo de las fuerzas especiales Tigre, tanques y la aviación de guerra, recuperaron esta semana la localidad de Hawash Dawahra y llegaron hasta la rotonda del poblado de Shifunieh.
En ese contexto, un oficial del Ejército informó a Prensa Laina que los uniformados sirios rompieron las líneas de defensa de los terroristas y destruyeron varios de sus túneles en el suburbio de Harasta y en la localidad de Masraba.
Tales operaciones fueron realizadas en respuesta a los sistemáticos ataques con proyectiles de mortero y cohetes lanzados por las bandas extremistas contra Damasco y sus alrededores, en violación de una tregua humanitaria de 30 días decretada el pasado día 26 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La moratoria excluye del cese al fuego a las agrupaciones radicales como el Frente al -Nusra, el Ejército del Islam y el Estado Islámico.
En ese conflictivo escenario, al que se une la intervención turca en el norteño territorio de Afrin, en la provincia de Alepo, se unen también los indiscriminados bombardeos contra la población civil por la llamada Coalición Internacional, encabezada por Estados Unidos, anclada en Siria desde 2015.
Los dos ataques aéreos más recientes de las fuerzas estadounidenses contra concentraciones de desplazados de la provincia de Deir Ezzor, a unos 460 kilómetros al norte de Damasco, causaron la muerte a más de 50 civiles y decenas resultaron heridos
El gobierno sirio denunció nuevamente la ilegalidad de esas embestidas que, además de matar a cientos de civiles inocentes, entre ellos niños y mujeres, violan la soberanía nacional.
El prolongado conflicto armado en Siria, alentado por potencias occidentales interesadas en dividir a este país y apoderarse de sus riquezas naturales, ha causado hasta la fecha alrededor de medio millón de muertos y mutilados, con unos 13 millones de desplazados, además de cientos de edificaciones destruidas o dañadas.
(Tomado del semanario Orbe)
Por Oscar Bravo Fong
Damasco, 3 marzo 2018
Crónica Digital /PL