La próxima visita oficial que realizará a Japón la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, tendrá entre sus puntos focales el renovado Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP11).
Países como Nueva Zelanda presionan para dar a conocer la respectiva declaración nacional que pretende mostrar pormenores del arreglo.
Chile será escenario el 8 de marzo venidero de la ceremonia de adopción del TPP11, después de la salida de Estados Unidos.
Apenas asumir la Casa Blanca, el presidente Donald Trump anunció la salida de Washington del TPP, pese a los años de conversaciones y que estaba a punto de ponerse en marcha.
El Ministerio de Relaciones Exteriores convocó entonces a un encuentro de los otros 11 signatarios del acuerdo que se reunieron en Viña del Mar en marzo del pasado año, con la participación además como observador de China.
Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Estados Unidos habían firmado el TPP en 2016, pero Trump echó abajo el compromiso apenas asumir su mandato un año más tarde.
Fue justamente en Tokio, donde Bachelet intercambiará esta semana con el primer ministro, Shinzo Abe, y otras autoridades niponas, la que dio nacimiento al Acuerdo Progresivo y Global para la Asociación Transpacífica (CPTPP por sus siglas en inglés).
Revitalizado por el Gobierno de Bachelet, la idea de un TPP11 cobró paulatinamente fuerza y llegó a punto en la cumbre de la APEC de Da Nang, Vietnam.
Sin embargo, tropiezos durante el Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) en noviembre pasado, dilataron las negociaciones hasta que se hizo realidad en Tokio.
Recientemente, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, resaltó que será la administración de Bachelet la encargada de firmar el convenio por haber llevado adelante todo el proceso de las negociaciones.
Canadá planteó algunos resquemores respecto a temas culturales, mientras Vietnam, Brunei y Malasia hicieron otras observaciones, asuntos zanjados en la cita de Tokio.
En cualquier caso el TPP11 ha sufrido modificaciones importantes en relación con el original que pretendía abarcar el 40% del PIB global. Ahora quedó reducido al 13 por ciento con el éxodo de Estados Unidos.
El acuerdo abarca levantamiento de barreras no tarifarias, con apertura a ofertas nacionales de los países miembros a empresas extranjeras sin ventajas indebidas; normas comunes para el comercio electrónico y los servicios financieros, el respeto del derecho de trabajo.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 20 de febrero 2018
Crónica Digital /PL