‘Dado que el suceso referido posee una gravedad inusitada en nuestro país y que, en rigor, merece los máximos esfuerzos por parte del Estado Nacional resulta menester generar los incentivos adecuados para que la búsqueda realizada por el material naval de la Armada sea complementado con la participación de empresas del sector privado’, subraya el texto.
Para ello, añade, se considera pertinente la fijación de una gratificación de tipo económico para aquellos sujetos privados que brinden información y datos útiles que permitan dar con el paradero y la ubicación de la embarcación.
El boletín recuerda que pese a todos los esfuerzos materiales, humanos, económicos y tecnológicos, así como el compromiso y pericia tecnológica y material abocada a la búsqueda del sumergible, los resultados hasta el momento han sido infructuosos.
Asimismo precisa que el Estado adoptó diversas medidas destinadas a instrumentar una investigación, profunda y precisa, para dilucidar los hechos acaecidos, sus probables causas y, si las hubiere, la determinación de las eventuales responsabilidades.
En el Boletín se señala que se desplegó en la zona del último contacto con el submarino la casi totalidad de los elementos navales de la Armada para proceder a la búsqueda y rescate, y se contó con el apoyo de la comunidad internacional que se vio ampliamente conmovida por esta situación.
Nuestro país recibió la ayuda, el apoyo y el compromiso en la búsqueda y el hallazgo de la embarcación de la comunidad internacional en un esfuerzo conjunto pocas veces visto en la historia de la navegación mundial, subraya la norma en la que resalta el compromiso del Estado sobre la necesidad de comprometer los recursos presupuestarios y materiales necesarios para continuar su búsqueda.
Pese al gran despliegue por aire y mar para encontrar a la mole de hierro sumergible, que perdió contacto el 15 de noviembre, poco se sabe sobre que ocurrió ese día cuando volvía a su fondeadero en la ciudad de Mar del Plata.
El reclamo de los familiares está latente al igual que la esperanza de al menos saber que sucedió, pero hasta ahora nada se ha podido encontrar en las profundidades de las aguas del Atlántico Sur.
El submarino prestaba servicio desde 1985 y perdió el contacto cuando regresaba de un viaje desde la distante Ushuaia.
Buenos Aires, 14 febrero 2018
Crónica Digital /PL