El trabajo incluyó mediciones de marcadores geoquímicos e isotópicos realizadas en más de 170 sitios diferentes del orbe.
‘El desastre se desencadenó cuando la Tierra colisionó con fragmentos de un cometa en desintegración que tenía aproximadamente cien kilómetros de diámetro’, relató el texto científico.
Diversos restos químicos de dióxido de carbono, nitrato, amoníaco y otros, confirmaron que los fuegos arrasaron con casi el 10 por ciento del orbe.
Por otra parte, el análisis del polen sugirió que los bosques de pinos probablemente fueron quemados para ser reemplazados por álamos, especie colonizadora de áreas despejadas.
Washington, 11 febrero 2018
Crónica Digital /PL