Sacrosanto Metro que salvará a una ciudad de siete millones de habitantes del caos del tráfico: la Fórmula-E cambia fisonomía de Santiago de Chile, entre el amor por las carreras de autos y odio por el eventual despelote.
Ni tanto así, en sentido general la curiosidad puede más que cierto escozor que provoca a los vecinos de tres municipios de esta capital molestos por la instalación de infraestructuras y reordenamiento del tránsito por el evento del sábado.
La carrera como tal no llegará a una hora de duración, pero requiere de una logística especialmente minuciosa. A velocidades que pueden alcanzar los 225 kilómetros por hora, los autos eléctricos no resisten toda la prueba.
Será la cuarta fecha del campeonato de monoplazas impulsados por motores eléctricos, pero cada equipo requiere de cuatro vehículos, porque las baterías son alimentadas con un generador que se nutre de glicerina derivada de biocombustibles.
Pilotos de Francia, Portugal, Italia, Brasil, Argentina, Reino Unido, Bélgica, Suecia, Australia y Suiza participarán en la justa que comprenderá 35 vueltas con 12 curvas en un circuito de 2,47 kilómetros.
El español Alberto Longo, director y uno de los pioneros de la Fórmula-E, matizó las críticas por todos los inconvenientes de reclamos de vecinos y detractores de la justa, y destacó que Chile está listo para ofrecer un buen espectáculo.
Sólo falta que se enciendan los motores el sábado. Chile tiene una gran oportunidad porque es productor de litio y cobre, y nosotros de hecho estamos promoviendo autos con energías limpias, puntualizó Longo a un grupo de periodistas.
De las pinceladas que adornarán la liza, en período vacacional y en pleno verano austral aquí, sobresale la presencia como invitada de la estrella australiana del pop Kylie Minogue y del piloto brasileño Nelson Piquet Jr.
Piquet fue campeón de la Fórmula-E en la temporada 2014-2015 y es hijo de una de las leyendas en la historia de la Fórmula 1, ganador de tres títulos en 1981, 1983 y 1987.
El ministro de Energía, Andrés Rebolledo, ponderó la realización de la carrera de Fórmula-E.
“Junto con promover la electromovilidad que forma parte de un futuro más amigable con el medio ambiente, nuestro país es un gran productor de litio y cobre, dos minerales que son esenciales para este tipo de vehículo”, argumentó.
Rebolledo subrayó que la Fórmula-E es un incentivo también para el turismo y como imagen de un país que se moderniza y transita hacia el desarrollo.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 2 de febrero 2018
Crónica Digital /PL