Aunque la consigna del voto es siempre relativa en cualquier proceso electoral democrático, las fuerzas de la centroizquierda cerraron filas a favor de su candidato Alejandro Guillier.
En gran medida esta suerte de milagro tras cabildeos infructuosos, se debe al exmandatario conservador y aspirante de nuevo al Palacio de La Moneda Sebastián Piñera. Torpe o intencionada, su acusación de fraude electoral no le sirvió.
La acción recibió una dura condenada por buena parte de la opinión pública del Gobierno, el propio Guillier y de la ex aspirante por el Frente Amplio (FA), Beatriz Sánchez, quien en particular deploró la maniobra del multimillonario.
El abanderado de la derecha cruzó un límite (…) sus declaraciones son inaceptables. No se juega con Chile y no todo vale en una elección, remarcó Sánchez, quien anunció su voto por Guillier en segunda ronda.
En una decisión que aclaró es personal y no a nombre del Frente Amplio, argumentó que Chile con Piñera no solo significaría un retroceso, sino que también un riesgo.
Es por eso que después de un periodo de reflexión, he decidido ponerle término y decir claramente por quien voy a votar: mi voto es contra Piñera y voy a votar por Guillier, enfatizó.
Con todo el apoyo de la derecha y buena parte del sector empresarial, ya el ex gobernante había recibido la víspera una andanada de críticas al afirmar sin sustento que hubo manipulaciones en algunas boletas en la primera ronda de los sufragios.
Según el magnate, fueron “descubiertas” boletas con los nombres pre-marcados de su contendiente ahora en el balotaje, Guillier, y la tercera en votos en los comicios, Beatriz Sánchez (FA).
“Chile tiene un prestigio internacional por sus elecciones correctas y transparentes. Seamos responsables y no desacreditemos nuestras instituciones democráticas”, reaccionó de inmediato la presidenta chilena, Michelle Bachelet.
El propio presidente del Servicio Electoral (Servel), Patricio Santamaría, respondió airado desde el organismo autónomo.
“Lo que se está haciendo no es acusar al Servel, lo que se está haciendo es imputarle irregularidades a más de 200 mil chilenos y chilenas que actuaron como vocales en las mesas”, recalcó Santamaría.
Guillier tampoco quedó en silencio y consideró las aseveraciones de Piñera como una infamia y muestras de que el candidato derechista “está francamente mal”.
“Esto sólo es explicable por la desesperación en que cayó la derecha tras la primera vuelta y ante la cruda verdad, van a empezar a asustar al país”, apostilló, mientras el ex gobernante guardaba silencio sobre las pruebas de sus aseveraciones.
En un duro comunicado, la ministra de Gobierno y portavoz oficial, Paula Narváez, dijo al respecto que el proceso electoral es de administración, supervigilancia y fiscalización del Servel, organismo autónomo del Estado.
“El Gobierno de Chile lamenta las declaraciones del ex presidente y actual candidato, señor Piñera, que junto con denotar un desconocimiento de la normativa electoral vigente, empaña la limpieza con que los actos electorales en el país, sentenció.
Al mismo tiempo reiteró el llamado a todos los ciudadanos a concurrir a votar el domingo 17 de diciembre, confiados en la rectitud y transparencia del proceso electoral.
Santiago de Chile, 5 de diciembre 2017
Crónica Digital /PL