En 2016, además de la reelección del presidente Daniel Ortega con el 72,5 por ciento de los votos, el partido rojinegro alcanzó 70 de los 90 escaños en la Asamblea Nacional.
Por tal motivo, ahora el FSLN aspira a repetir nuevamente ese predominio en las urnas, en un contexto en el cual la gestión del gobierno sandinista, encabezado por Ortega y la vicemandataria Rosario Murillo, cuenta con la aprobación más alta de América Latina.
Según el más reciente estudio de Latinobarómetro, el desempeño del ejecutivo nicaragüense alcanza un respaldo del 67 por ciento, para ubicarse así en el primer lugar a nivel regional, seguido de Ecuador, con 66 por ciento, Bolivia (57) y República Dominicana con 52 puntos porcentuales.
Asimismo la nación centroamericana se halla entre los primeros seis países con la mejor Escala de Desarrollo Democrático, con un promedio de 5,7 puntos, de acuerdo con el estudio.
Respecto a la confianza de los ciudadanos en el gobierno, esta presenta un porcentaje de 42 puntos, para lograr también en este acápite el primer lugar en el orbe.
En opinión de analistas, este resultado muestra que en Nicaragua se gobierna por el bien del pueblo.
Asimismo, Ortega llamó la víspera a sus compatriotas a acudir hoy a las urnas en armonía, seguridad, tranquilidad y paz.
Iremos a cumplir nuestro derecho ciudadano de votar con la conciencia crecida de un pueblo que conoce tiempos mejores ya, recoge el mensaje firmado también por Murillo.
Tiempos de victorias, que nos han permitido saber que debemos continuar dejando atrás la conflictividad, y que estamos juntos trabajando por la unidad y la paz que propician la prosperidad en todos los espacios de Nicaragua, puntualiza.
Managua, 5 de noviembre 2017
Crónica Digital /PL