Al concluir el III Congreso Internacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, desarrollado esta semana en Santiago, la Subsecretaria de Previsión Social, Jeannette Jara, destacó los avances impulsados por el Gobierno en el ámbito de la seguridad y salud laboral. De igual modo, valoró los méritos de la construcción de la Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, firmada por la Presidenta Michelle Bachelet en agosto de 2016, y del Programa respectivo, que hoy está en elaboración.
“La construcción de la Política de Seguridad y Salud en el Trabajo, firmada por la Presidenta Michelle Bachelet en agosto de 2016, y del Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo al que hoy estamos abocados, tiene varios méritos: se ha hecho con el acompañamiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha sido con la participación tripartita de trabajadores, Gobierno y empleadores, y muy descentralizada”, dijo Jara.
Este último elemento, dijo, deriva en que se “conjugan el conocimiento y la experiencia nacional con las realidades locales y regionales”.
Al Congreso asistieron delegaciones internacionales de México y Portugal, además de representantes sindicales y de instituciones privadas del sector, como las mutualidades y la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). También estuvieron presentes autoridades de entidades públicas, así como destacados panelistas, expertos y autoridades en el ámbito de la seguridad y la salud laboral tanto nacionales como extranjeros; entre estos últimos estuvo Hans-Horst Konkolewsky, secretario general de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), quien entregó a la Ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, y a la Subsecretaria Jara, el certificado de adhesión de Chile a la iniciativa Visión Zero, que promueve en el mundo el bienestar y los ambientes laborales seguros y saludables.
Con todo, Jara subrayó en particular el cumplimiento de dos desafíos que han acercado al país a los estándares internacionales. “Uno de ellos es regular el derecho a la salida intempestiva de los trabajadores en caso de riesgo grave o inminente, y las normas relativas a la ley del saco, que regula la carga manual máxima que un trabajador puede soportar, que bajó de 50 kilos a 25 kilos en el caso de los hombres”, sostuvo.
Santiago de Chile, 14 de octubre 2017
Crónica Digital