De acuerdo con CNN, en algunas áreas del condado de Sonoma las llamas que han devastado decenas de miles de hectáreas disminuyeron ayer lo suficiente para que el Departamento del Sheriff visitara barrios quemados en respuesta a más de 600 reportes de personas desaparecidas.
En muchos casos, los detectives usaron teléfonos para localizar a residentes con paradero reconocido, y las autoridades confían en que numerosas personas no tienen manera de contactar con la policía o sus parientes por problemas con las comunicaciones.
Pero aun así, 285 habitantes continúan desaparecidos, y se teme que en las próximas horas continúe subiendo el número de decesos.
Muchos familiares y amigos desesperados buscaron en hospitales y refugios, y pidieron ayuda a través de las redes sociales para encontrar a sus seres queridos.
En la tarde de este miércoles eran 22 los incendios que ardían en diferentes puntos del estado, cinco más que el día anterior, y desde el domingo en la noche fueron quemados 690 kilómetros cuadrados de superficie.
Los siniestros más grandes se produjeron en los condados de Sonoma, Napa y Mendocino, en el norte de California, los cuales llenaron esa región vinícola con escombros carbonizados y nubes de humo.
Funcionarios informaron que en las labores de extinción se emplean 550 camiones de bomberos, 170 de ellos provenientes de fuera del estado, 73 helicópteros y más de 30 aviones.
El jefe del Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California, Ken Pimlott, dio a conocer que Oregón, Nevada, Arizona y Washington están enviando bomberos, mientras que el Servicio Forestal de Estados Unidos también les manda excavadoras y equipos de mano.
Washington, 12 octubre 2017
Crónica Digital /PL