Horas antes, los oficiales capturaron a un joven de 18 años, también implicado en el ataque.
En tanto, continúan las pesquisas en una casa del sureño condado de Surrey, donde se supone residían esos individuos.
De acuerdo con la cadena de radio y televisión BBC, la vivienda pertenece a una pareja de ancianos, conocidos por ofrecer refugio a personas sin hogar, incluidos migrantes.
Cerca de las 08:00 hora local del viernes, se produjo una explosión en uno de los vagones del metro en la estación de Parsons Green, tras lo cual decenas de ciudadanos debieron ser hospitalizadas.
El atentado fue reivindicado por el Estado Islámico, pero la ministra británica de Interior, Amber Rudd, explicó a la prensa local que todavía se carece de evidencias para confirmar la autoría del grupo terrorista. Miles de agentes y soldados se encuentran movilizados y vigilan sitios de gran afluencia del público o considerados puntos clave como la red de transporte, estadios y centrales nucleares, entre otros.
La primera ministra Theresa May condenó el atentado, el quinto registrado en este país desde marzo, e indicó que el dispositivo, de fabricación casera, detonó parcialmente, por lo que el daño pudo ser mucho mayor.
Londres, 17 de septiembre 2017
Crónica Digital /PL