‘Esperemos que nunca tengamos que usar este poder (el nuclear), pero nunca habrá un momento en que no seamos la nación más poderosa del mundo’, sostuvo.
El gobernante manifestó ayer a periodistas desde su club de golf privado en Nueva Jersey que ‘más le vale a Corea del Norte (RPDC) no hacer más amenazas a Estados Unidos. Se encontrarán con un fuego y una furia nunca vistos en el mundo’.
Las declaraciones del jefe de Estado sobre lo que considera amenazas norcoreanas se dieron a pesar de que hace dos días el ministro de Relaciones Exteriores de la RPDC, Ri Hong-Yo, aseguró que su país no tiene intenciones de usar armas nucleares contra ninguna otra nación que no sea Estados Unidos, y solo si este lo ataca.
El titular acusó a Washington de distorsionar la verdad al afirmar que su país es una amenaza global porque posee armas nucleares, y condenó las maniobras encaminadas a ‘internacionalizar la cuestión de la península de Corea abusando de la Organización de las Naciones Unidas’.
Los pronunciamientos de ambas partes ocurren en medio de un incremento de las tensiones en la región, donde Estados Unidos y Corea del Sur suelen realizar ejercicios conjuntos que Pyongyang considera un peligro para su seguridad.
Constantemente, la RPDC insiste en el derecho a la autodefensa ante la hostilidad estadounidense y sus sistemáticas maniobras, las cuales Washington ha descartado suspender pese al llamado de varios países.
Según un reciente sondeo de la cadena CNN, el 61 por ciento de sus compatriotas desaprueba el desempeño del ocupante de la Casa Blanca en política exterior.
Washington, 9 agosto 2017
Crónica Digital/PL