Estimadas amigas y amigos:
Más de 60 mil chilenas y chilenos entramos hoy al Servicio electoral para inscribir esta candidatura de un independiente a la presidencia de la República.
Les doy mi más profundo agradecimiento a ustedes, estos miles de chilenas y chilenos que desde Putre y hasta Cabo de Hornos han creído en nosotros.
También reciban mi gratitud a todas esas chilenas y chilenos que han adherido a nuestra candidatura desde Estocolmo, Oslo, París, Nueva York, California, Toronto y Montreal, y muchas ciudades del ancho mundo.
A ellos les digo, no importa cuán lejos estés del territorio patrio, son y seguirá siendo chilenos. Y nos vamos a asegurar de ello.
Quiero hacer una especial mención a los militantes de base de los partidos progresistas que, con su entusiasmo, nos ayudaron leal y silenciosamente a superar las metas esperadas.
¡Durante estos meses vi cientos de fotos en los wasap de cientos de amigos desplegados en todos los rincones de Chile y también en el extranjero trabajando por las firmas.
¡Me emociono con ello…. Gracias de todo corazón!
¡Hemos cumplido esta tarea con el doble de las firmas requeridas y faltando aún algunas semanas para cumplir el plazo establecido por la ley!
Vencimos al frío, la lluvia y la nieve. Hicimos la tarea.
Muchas gracias.
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Durante muchos meses he recorrido Chile. He aprendido mucho. He enriquecido mi visión del país y he podido visitar el hogar de miles de compatriotas; también de muchos extranjeros que llegan a este país buscando un mejor futuro.
Este es el Chile que más me importa. Este es el Chile que vamos a cambiar. El de las familias chilenas, diversas en su conformación, pero iguales en sus deseos de progreso; distintas en sus costumbres e identidades, pero iguales en querer un futuro mejor y más seguro para sus hijos.
He conocido también de los temores, de las angustias, de las inseguridades de los trabajadores y de las clases medias chilenas que han logrado avanzar con esfuerzo, pero que teme volver atrás por cualquier infortunio.
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De eso quiero que se trate mi gobierno, de lo que aprendí y sigo aprendiendo cuando converso con ustedes, mis compatriotas.
Para poder avanzar es necesario superar las desconfianzas.
El diagnóstico es claro:
La crisis actual, más que política, económica o institucional, es una crisis ética, de valores, de no creer en el otro, de saberse abusado, agredido en el diario vivir, y de no confiar en la sociedad en que vivimos.
Con fuerza les digo: vamos a terminar con el abuso y la colusión.
¡Los vamos a proteger de los inescrupulosos que están destruyendo la convivencia entre nosotros!
Para que mi Gobierno sea exitoso, debemos ser capaces de acoger, de construir espacios reales de participación. Confió en nuestra gente, en los ciudadanos, en nuestro pueblo.
Las grandes reformas de la educación, de la salud, de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual, el reconocimiento de los pueblos originarios, la urgente reforma del sistema de pensiones, la seguridad ciudadana, la regionalización del país, el nuevo rol de las municipios y de la participación de la sociedad civil en los gobiernos locales, regionales y en los servicios básicos, han sido instaladas en el debate público por la ciudadanía.
Esta sabiduría debe ser atendida y guiará nuestra acción.
Lo he dicho y lo reitero:
Para gobernar el Chile de hoy es imperativo escuchar con atención a todas las organizaciones sociales y, por cierto, también a los partidos políticos. Ellos son vías de representación que funcionan todos los días.
No son sólo los personajes que vemos a diario en la televisión.
Son los militantes y dirigentes que están en las comunas, son nuestros alcaldes y concejales, son los dirigentes de las juntas de vecinos, de los centros de madres, de los clubes de adulto mayor y deportivos, culturales, los comités de allegados los que cada día trabajan abnegadamente por resolver los problemas de su gente.
¡A todos ellos los necesito y los convoco para mi Gobierno!
Chile ha cambiado. Nuestras clases trabajadores y nuestras clases medias nos demandan ponernos a la altura de los tiempos. Nos exigen más probidad, más corazón, más consecuencia, más trabajo. Por ello les pido a los partidos políticos que me apoyan, que juntos asumamos esta tarea de reconectarnos con la ciudadanía, de poner siempre por delante los intereses de la gente sencilla y de trabajo. A ellos nos debemos quienes nos definimos como progresistas.
¡Chile lo merece!
Lo he dicho y lo reitero:
El mundo está cambiando y Chile también. Debemos hacernos cargo de esta realidad.
¡Si queremos resultados diferentes, no podemos seguir haciendo más de lo mismo!
Vivimos tiempos de muchas contradicciones:
Se abren más y mejores oportunidades de estudio a nuestros niños y jóvenes. Pero, al mismo tiempo, deudas insostenibles ahogan a nuestras clases medias.
En mi gobierno seguiremos avanzando a la gratuidad de la educación, con más calidad y pertinencia laboral.
¡Ningún niño o niña se quedará sin educación por falta de recursos económicos!
Contamos con la última tecnología para realizar exámenes médicos y, al mismo tiempo, salas de esperas abarrotadas que nos dificultan y postergan el acceso a las prestaciones de salud.
Nuevas enfermedades acechan. La diabetes y el sida crecen entre nuestros hijos. Acusan malas formas de vida, de alimentación y sedentarismo. Desde la educación impulsaremos formas de vida sana que protejan a nuestros hijos y también al mundo adulto y a los adultos mayores.
Queremos llegar a la edad de jubilación sanos, dignos, y llenos de nuevos desafíos. Pero pensiones insuficientes nos impiden gozar con seguridad de ese tiempo. Vamos a crear un sistema de seguridad social que de pensiones dignas. Pero no podemos esperar 20 o 30 años. Nos haremos cargo de los actuales pensionados convocando a Chile a un gesto de solidaridad con nuestros viejos.
¡Por eso no da lo mismo quien gobierne Chile!
No es razonable que con jubilaciones de miseria las AFP hayan subido sus utilidades en un 42% en el primer trimestre de 2017.
Que las ISAPRES hayan aumentado sus utilidades el primer semestre de este año en un 100%.
Que las seis cadenas de retail más grandes del país incrementaron sus utilidades en un 80% respecto del 2015.
Que 8 de cada 10 trabajadores en este país ganen menos de 500.000 pesos mensuales.
Tampoco podemos permitir que los servicios básicos de nuestro país como el agua, la luz y otros, no tengan las condiciones de control adecuados por parte del Estado para velar por un correcto funcionamiento.
Debemos avanzar hacia un país que brinde dignidad para todos, seguridad, que premie a quien progresa con decencia, esfuerzo y tesón, y que castigue a aquellos que escogen el camino corto del abuso, el robo y la pillería.
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Por esos mis queridos amigos nuestra propuesta es clara:
Impulsaremos el crecimiento, ¡pero no de cualquier manera!
Crecimiento, con empleo decente y seguridad son las claves de la gobernabilidad.
Necesitamos creer más y mejor. Vamos a diversificar nuestra economía: agregaremos valor a nuestras materias primas, cuidaremos al agua; promoveremos las energías renovables no convencionales; la revolución digital; el turismo sustentable.
Apoyaremos con decisión a las pymes y las cooperativas; la innovación y la ciencia para abrir nuevas oportunidades a los jóvenes y a los emprendedores.
Necesitamos un Estado más activo. Debemos mirar más lejos. Buscaremos un nuevo trato, una nueva alianza con los empresarios de Chile para avanzar a la economía del siglo XXI.
Insisto y reitero: crecimiento, empleo decente y protección social serán los ejes de mi gobierno.
Debemos innovar, debemos incorporar a nuestras regiones, a las personas y los emprendedores, a la ciudadanía.
Como he dicho tantas veces, Chile no será desarrollado si no es descentralizado. Nuestro Gobierno será activo en impulsar el desarrollo de las economías regionales. Elección popular de las autoridades regionales, transferencia real y efectiva de competencias e impuestos regionales serán condiciones determinantes para reimpulsar el crecimiento y la inversión sustentables en un marco de gobernabilidad que nos favorezca a todos.
También focalizaremos nuestras propuestas en los Gobiernos Locales. Queremos municipios empoderados y debidamente financiados. No más leyes y programas sin financiamiento.
Vamos a promover la participación y el control ciudadano en los gobiernos locales, regionales y en los servicios esenciales.
¡Aquí están los fundamentos de una verdadera gobernabilidad para este Chile de los nuevos tiempos!
Por ello, les hago una invitación a que junto a nuestras organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, jóvenes, empresarios, emprendedores, pueblos originarios, podamos juntos construir un Chile con mirada larga …. construir un Proyecto Nacional, que tenga una visión estratégica de país y que nos proyecte como sociedad a los próximos 20 o 30 años.
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Este es mi llamado:
A partir de hoy iniciamos la campaña. Ahora recorreremos Chile hablando sobre nuestras respuestas a vuestras demandas.
Ayúdenos a que nuestro mensaje se escuche fuerte y claro, para conseguir un rotundo triunfo del progresismo en diciembre.
Vamos a ganar porque nuestra convicción es justa.
Vamos a ganar trabajando juntos con todos aquellos que creen en una patria justa y buena como nos convocó nuestro Presidente Patricio Aylwin.
Vamos a ganar llevando a votar a los millones de chilenas y chilenos que quieren volver a creer en Chile.
Hoy, como candidato a la Presidencia de Chile, yo asumo esta responsabilidad.
Muchas Gracias
Santiago de Chile, 5 de agosto 2017
Crónica Digital