Venezuela, su pueblo y su gobierno enfrentan hoy un momento crucial de su historia política, enfrentados a una conspiración nacional y extranjera, que amenaza su democracia, la convivencia social, la paz interna, su seguridad nacional y la vida de sus ciudadanos.
Tras la confirmación ciudadana de- ocho millones 89 mil 320 venezolanos, a la Asamblea Constituyente, como camino e instrumento para superar la crisis política desatada por la sublevación de un sector político recalcitrante, auspiciado y monitoreado desde el exterior, los líderes de la oposición, con la complicidad y respaldo vergonzante de gobiernos y políticos extranjeros, se han declarado en rebeldía, en estado de guerra, contra esa voluntad ciudadana.
Por ello es francamente lamentable que el gobierno de Chile, un país que sabe de este tipo de conspiraciones, orquestada y financiada por la Casa Blanca y de la CIA en los años 70, contra un gobierno legitimo, el de Salvador Allende, se preste para esta sucia acción intervencionista y claramente antidemocrática que irrespeta la soberanía y autodeterminación de un país, un gobierno legítimo y un pueblo.
La Moneda, su cancillería no pueden ignorar que su declaración de que la aprobación ciudadana a la Asamblea Constituyente venezolana sería “ilegitima” y que el orden democrático estaría “quebrantado”, abre el camino a la sublevación, a una guerra civil fratricida, que está, según sus propias declaraciones,-en el proyecto estratégico de la oposición- y pavimenta el camino incluso a una intervención militar que se prepara desde Estados Unidos
Tras las declaraciones del líder opositor venezolano, Leopoldo López, y otros que anunciaron una “guerra a muerte” y las medidas intervencionistas de presión y de bloqueo económico adoptadas por la Casa Blanca (la Casa Blanca dice “estar con el pueblo” de Venezuela y que aplicará medidas “fuertes”) no hay lugar a la ingenuidad.
No es casual tampoco que el endurecimiento de la política exterior de Donald Trump con respecto a Venezuela obedezca a una estrategia delineada por el senador republicano por Florida, cubano de origen, Marco Rubio, miembro del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense y que éste haya aconsejado además al mandatario a establecer un embargo petrolero a Venezuela. Algo así como la orden de Nixon a Henry Kissinger de “hacer gritar a la economía de Chile”, o de ”patear a Chile en el culo”, anta la elección de Allende como Presidente en 1970, ordenes ejecutivas de la Casa Blanca que llevaron con el Golpe de Estado del ll de septiembre de 1973, y los 17 años de la dictadura criminal de Pinochet.
Nadie puede dudar en que la salida a la crisis está en una verdadera negociación política interna, de que son los ciudadanos venezolanos los que deben desactivar el conflicto y evitar caminar hacia el vacío, pero nadie tampoco tiene el derecho a desconocer la legitimidad del gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro y pretender de que renuncie a su autoridad y facultades.
Tampoco se puede “desconocer” legitimidad a un órgano representativo elegido por los ciudadanos de un país soberano, legítimo y respetable.
Y además no se puede pretender exigirle al Gobierno de Caracas que no cumpla con un deber básico de toda democracia, el derecho y la obligación de defenderse de una conspiración en marcha, de bandas armadas que han intentado, y anuncian que lo seguirán haciendo, desestabilizar a la sociedad a costa de muertos y destrucción.
En este sentido, defender la soberanía hoy de Venezuela, también es defender nuestra soberanía y nuestro derecho a la autodeterminación, además de la coherencia democrática del gobierno.
El deber de cada demócrata de Chile, América Latina y el mundo es apoyar la lucha de los venezolanos contra los conspiradores e intervencionistas.
Es también nuestra batalla.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 1 de agosto 2017
Crónica Digital
saludo, el articulo de apoyo al hermano pueblo venezolano. Vayan todas las fuerzas y la solidaridad para seguir en la lucha que estan dando contra los detractores vendepatria.
Felicitaciones al pueblo venezolano por su valentía para enfrentarse a la oligarquía pudiente y a los “lobos” del norte que destruyeron Chile , no cejen , aguanten y vivan con dignidad de pueblo libre.
Para entrar en negociación, establecer diálogo o bailar un Joropo se requiere de dos partes. La oposición nunca quiso ni quiere diálogo. Se les llamó públicamente a competir para la Constituyente en una elección con voto universal y secreto. Ellos, que se asignan la mayoría la rechazaron. Ellos,- bajo el alero y protección de los gringos, de los europeos y algunos países débiles y oportunistas del continente- quieren derrocar al Gobierno Bolivariano; quieren destrozar la Constitución que define la democracia PARTICIPATIVA y PROTAGÖNICA. Una Constitución que proclama un MUNDO MULTIPOLAR y el fin del poder hegemónico. Una Constitución que impulsa la UNIDAD e INTEGRACIÖN. Una Constitución que defiende su INDEPENDENCIA, SOBERANIA y sus Riquezas Básicas. Una Constitución generada desde el Poder Originario y aprobada en un Referendo.
Nuestra Cancillería no puede exigir nada a los Bolivarianos. Tenemos “techo de vidrio” y muchos pecados que ocultar. Si este año nos han negado elegir a los Gobernadores pero lo más terrible es que conocemos y sufrimos la bestialidad de la mano asesina e intervencionista de los Yankis.