Se espera que hoy se presente un tercer borrador del tratado, en aras de continuar las discusiones en grupos, a puertas cerradas.
El nuevo documento es el resultado de más de dos semanas de negociaciones, en las que han estado ausente los países poseedores de los letales artefactos, definidos aquí en estos días como una amenaza para la supervivencia humana y una capacidad de causar daño al planeta mucho más allá de lo imaginado.
Según fuentes diplomáticas acogidas al anonimato, las discusiones han tenido como centro prioridades como las obligaciones de los Estados parte en materia de asistencia a eventuales víctimas y la reparación ante afectaciones ambientales, y los mecanismos para verificar que las potencias poseedoras eliminen sus programas nucleares.
Naciones Unidas, 3 de julio 2017
Crónica Digital /PL