La arquitecta griega Anastasia Pistofidou presentó en la Universidad de Santiago de Chile su investigación aplicada a textiles y moda en general. La directora del FabTextiles Barcelona busca generar una alternativa al modelo de producción tradicional, para evitar seguir contaminando el planeta con desperdicios de material.
-De esta manera, impulsa al usuario a diseñar sus prototipos, transformándose en un ‘prosumidor’ (consumidor + productor) que comparte sus modelos para luego ser reutilizados y reinventados en distintas partes del mundo, según las necesidades de cada persona.
Un bolso con luces en su interior, con el fin de ayudar al usuario a buscar lo que necesita, o trajes con gafas de realidad aumentada, que permiten observar el entorno desde el punto de vista de otra persona. Estas son algunas de las innovaciones que dio a conocer este miércoles, en la Universidad de Santiago de Chile, la experta internacional en fabricación digital y directora del laboratorio FabTextiles, Anastasia Pistofidou.
Durante la jornada, organizada por la carrera de Tecnología en Diseño Industrial, la especialista explicó a estudiantes y académicos las nuevas formas de fabricar textiles en que trabaja, motivada por la necesidad de cambiar las prácticas de una industria que, según su presentación, termina desperdiciando el 20% del material que produce y se erige como la segunda más contaminante del mundo después del petróleo.
El objetivo es generar un modelo más sustentable, en que el usuario sea capaz de imponer sus propios parámetros de diseño para, luego, compartirlos en línea y puedan ser replicados en distintas partes del mundo, pero ajustados a las necesidades de cada persona en particular, evitando desperdicios de material y facilitando la vida del consumidor.
“Hay que empoderar a los ciudadanos, para que puedan hacer sus propias cosas y cubrir sus propias necesidades, saliendo del consumo tradicional”, afirma. La arquitecta utiliza el concepto de ‘prosumidor’. Es decir, la combinación de un ‘consumidor’ que, al mismo tiempo, es ‘productor’.
Para ello, desarrolló una línea de investigación al alero de FabLab Barcelona, uno de los principales laboratorios de la red mundial de FabLabs, que son centros de producción e innovación con tecnologías de primera línea que permiten producir estos objetos. Solo es necesario tener el prototipo en línea, o en un pendrive que contenga el archivo para luego utilizar una impresora 3D y producirlo.
Así, la producción se distribuye. Es decir, un mismo prototipo puede ser confeccionado de distintas maneras, de acuerdo a la contextura del ‘prosumidor’ y a los materiales con que cuente según el país en que se encuentre. “Estamos democratizando el acceso a la tecnología, con herramientas y proyectos de bajo costo para que todos puedan utilizarla”, sintetiza.
Responsabilidad ambiental e interconectividad
La académica de la Universidad de Santiago, arquitecta y master en diseño industrial, María José Araya, destacó el carácter aplicado de la investigación que desarrolla su par arquitecta Anatasia Pistofidou y la relevancia de concientizar a las personas sobre la responsabilidad medioambiental.
“Teniendo en cuenta el cambio climático que estamos sufriendo a nivel ambiental, también en importante inculcar la creatividad y desarrollar nuevos materiales que tengan una base mucho más biológica, que sean más biodegradables y más amigables con el medio ambiente”, recalca.
Finalmente, el académico de la U. de Santiago Cristóbal Moreno también valoró la visita de la académica que, a su juicio, está presentando “una tercera revolución industrial, donde hay una interconexión mucho más amplia en relación a cómo fabricar productos. Nosotros apuntamos a eso, que pueda haber una interconexión más inmediata con otros países o, simplemente, en nuestras propias casas, con prototipadoras 3D. Es el concepto que queremos llevar a cabo y profundizar en nuestra carrera”, concluye.
Para conocer más de FabTextiles, ingresar en: http://fabtextiles.org/
Santiago de Chile, 19 de junio 2017
Crónica Digital / usach.cl