“En el ciudadano de a pie no parece haber ese rechazo ni desprecio –con un cierto tinte clasista– que produce Alejandro Guillier en la elite”, señalaba el analista político Ernesto Águila en una reciente columna de opinión en “La Tercera”. En rigor, en la relación directa del candidato presidencial con la ciudadanía más bien se constata una evidente sintonía fina. Un ejemplo reciente fue la visita del senador a la comuna de Cerrillos, en el sector surponiente de Santiago.
Guillier llegó el pasado domingo en la tarde hasta el Colegio San José en calle Don Orione, donde lo esperaba un recinto repleto por más de 500 personas, de todas las edades, entre los cuales se observaba en forma visible la presencia de una diversidad de participantes de las organizaciones sociales y comunitarias de Cerrillos, especialmente Comités de Vivienda y Comités de Allegados. A su ingreso, el senador fue ovacionado y la multitud se abalanzó a tomarse fotografías, estrecharle las manos, entregarles cartas.
Lo esperaban el edil de Cerrillos, Arturo Aguirre; el diputado Pepe Auth, independiente y ex PPD; la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro; la vicepresidenta nacional del PR, Margarita Reyes; y el ex Ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio Reyes. La organización corrió por cuenta de los partidos de la Nueva Mayoría que respaldan a Guillier y con presencia en la comuna: Partidos Socialista, Comunista, Radical, PPD e Izquierda Ciudadana.
En esta actividad, Alejandro Guillier se comprometió a respetar el protocolo de acuerdo entre la Municipalidad de Cerrillos y el Ministerio de Vivienda en el sentido de asignar a viviendas sociales un porcentaje significativo de las cerca de 16.500 viviendas que, en un plazo de 20 años, se pretende construir en la Ciudad Parque Bicentenario, proyecto que consiste en la reconversión de las 250 hectáreas del ex aeródromo Los Cerrillos, las cuales el Ministerio de Bienes Nacionales transfirió a SERVIU Metropolitano para materializar la iniciativa.
Para esos efectos, el candidato presidencial del progresismo firmó un documento formal de compromiso con la comunidad de Cerrillos. A continuación, en su intervención central, se refirió a su sueño de un Chile en el que la vivienda sea garantizada a todas y todos, y una nueva forma de hacer ciudad, con un Estado que cumpla el papel de orientador del desarrollo urbano, promoviendo la construcción de barrios integrados e inclusivos, sustentables, equipados, conectados y con espacios públicos de calidad.
Posteriormente, hubo un diálogo en que los asistentes le formularon preguntas a Guillier, en relación al derecho social a la vivienda, pero también sobre otras materias: respecto a los derechos a la educación y la salud; sobre la situación de la previsión social y las AFP; en relación al matrimonio igualitario y el respeto a la diversidad. También hay ciudadanos que, precisando su condición de independientes y de no pertenecer a organización alguna, cuentan los dramas que han debido enfrentar en el sistema público de salud (“nadie nos protege o escucha”, dice una abuelita) o su escepticismo frente a la política (“queremos volver a tener confianza”, dice una dueña de casa. Guillier escucha con paciencia y toma nota. Luego, contesta todas las interrogantes.
Termina el encuentro con nueva ovación de los asistentes. Guillier, con infinita paciencia, se toma fotos con todos aquellos que se lo requieren y escucha nuevas demandas que le presentan. En el momento de la partida, el Notario que estuvo trabajando a lo largo de la actividad hace un balance preliminar: más de 300 personas firmaron como adherentes de la candidatura presidencial.
Cerrillos es una comuna que fue creada en 1991 a partir de una subdivisión de la comuna de Maipú. Precisamente en esa zona existió, durante el Gobierno de Salvador Allende, el mítico “Cordón Cerrillos”, que agrupaba a las organizaciones sindicales de las numerosas fábricas existentes. Esta presencia fabril generó en el territorio un crecimiento poblacional marcado por la presencia de los trabajadores y profesionales que laboraban en los centros productivos cercanos.
Por Iván Gutiérrez Lozano
Santiago de Chile, 1 de junio 2017
Crónica Digital